Políptico de Isenheim
El retablo de Isenheim es una de las obras más conocidas y alabadas del pintor renacentista Matthias Grünewald. La obra que aquí nos ocupa es un gran políptico de más de siete metros de anchura y casi seis metros de altura en donde se muestran nada menos que nueve tablas pintadas en óleo y temple sobre madera de tilo. La obra es sin lugar a dudas uno de los mejores ejemplos de pintura renacentista del norte de Europa, típico ejemplo de la escuela alemana que en estos momentos también producía obras de gran calidad pero que la magnificencia del renacimiento italiano ha ensombrecido.
A día de hoy este gran políptico se expone en el Museo Unterlinden en Alsacia, Francia, pero lo cierto es que en origen la pieza fue encargada por Guido Guersi el prior del monasterio de San Antonio de Isheim en la región de Alsacia como altar mayor para la capilla del monasterio. Los monjes de San Antonio cuidaban de los afectados por una grave enfermedad tópica que hoy conocemos como ergotismo. El políptico realizado por Grünewarld destaca por ser una obra diseñada para ver vista por ambos lados ya que el altar e situaría en la zona central de la nave mayor con el fin de separar a los enfermos de la gente sana; la iglesia del monasterio contaba con dos altares, uno a cada lado del políptico que le permitía celebrar la eucaristía de manera simultánea.
De esta manera el políptico puede alcanzar diversas posiciones en función de las tablas que tenga abiertas o cerradas y la posición desde la que se observe. Cuando la obra está completamente cerrada encontramos la que sería su pieza más representativa, una escena de la crucifixión de Jesucristo en la que éste aparece ligeramente descentrado del medio de la composición y donde destaca el fortísimo dramatismo con el que el artista ha representado la escena. La figura de Jesucristo clavado en la cruz parece constreñido por el marco que lo encuadra, su cuerpo es demasiado grande más propio del manierismo que de la estética renacentista y además, cabe destacar la posición de sus manos donde los dedos se tensan de puro dolor.
Cuando la obra se presenta parcialmente abierta observamos que el políptico se centra en escenas marianas, son representaciones de la vida de la Virgen como la Anunciación o una escena de la Virgen con el Niño pero también aparece en la tabla de la derecha una representación de la Resurrección de Cristo.
Por último cuando el políptico alcanza su posición abierta, la obra descubre una pieza completamente distinta, esta vez ya no son pinturas sino que en la parte central observamos esculturas realizadas por el artista Nicolás de Haguenau y que representan a San Antonio flanqueado por San Jerónimo y San Agustín. A los laterales de las esculturas aparecen dos tablas más pintadas de nuevo por Grünewarld y que representan episodios de la vida de San Antonio Abad, en concreto las escenas de Las tentaciones de San Antonio y la Visita del Santo a San Pablo.