Recuerdos y Bellezas de España de Parcerisa
Monasterio de Poblet. Litografía de Parcerisa
En este caso estamos hablando de una obra que conjuga literatura y arte, ya que se compone de diez libros sobre los lugares más emblemáticos de la geografía hispana que van ilustrados por casi 600 litografías realizadas por el pintor español Francisco Javier Parcerisa (1803 – 1876). De hecho, lo más valioso de todos estos volúmenes son las litografías de Parcerisa, ya que la calidad literaria de los textos, realizados por varios autores es más que discutible.
Parcerisa es uno de los máximos exponentes de una de las corrientes dentro de la pintura de paisajes del Romanticismo español. Si bien su principal labor la realizó como ilustrador, y entre todos sus trabajos destaca este de Recuerdos y Bellezas de España que comenzó en 1839.
Puente de Toledo en Madrid. Litografía de Parcerisa
Su obra principalmente se difundió en diarios de la época y en diferentes libros, ya que una de las características del arte de Parcerisa es que siempre se relacionó y colaboró con distintos intelectuales de su tiempo.
Además de ilustrar, y trabajar los grabados con la técnica de la litografía, fue uno de los primeros artistas en España que trabajó con el daguerrotipo, el antecedente de la fotografía.
Castillo de Belmonte. Litografía de Parcerisa
En esta obra quería compendiar todos los grandes monumentos españoles, y lo cierto es que cada una de las imágenes tienen un importante valor documental y arqueológico, ya que además cada uno de ellos va acompañado de su pertinente descripción en forma de texto. Por ello, independientemente del valor artístico de la obra, lo cierto es que es un recurso de primer orden para que los investigadores e historiadores conozcan el estado del patrimonio histórico y artístico de España a mediados del siglo XIX, para poder valorar los cambios que ha sufrido.
Esta labor como ilustrador de Recuerdos y Bellezas de España le llevó varios años de trabajo y por supuesto muchos viajes por la geografía del país, para contemplar in situ los diferentes lugares. Por ello, a sus 50 años decidió dejar aparte esta labor como ilustrador y litógrafo y se dedicó principalmente a la pintura. No obstante, la temática de la gran mayoría de sus obras volvió a ser un poco la misma. Ya que pintó por ejemplo, varios cuadros cuyo tema es el interior de las grandes catedrales de España.