Retrato de Isabel de Austria de François Clouet
El retrato de la reina francesa Isabel de Austria tiene dos versiones realizadas por el pintor François Clouet (1515 – 1572). Una de ellas se encuentra en el Museo del Louvre de París y la otra en el Museo de Chantilly, y ambas se pueden fechar aproximadamente hacia el año 1570. Así que si nos fijamos en la fecha de la muerte del artista, se trata de una obra de madurez, ya que poco después de realizarla, fallecería.
En cambio, la retratada era prácticamente una niña por entonces, ya que había nacido en 1554. Sin embargo, en el año 1570 contrajo matrimonio con el rey francés Carlos IX. Es decir, fue el típico matrimonio de conveniencia entre las cortes reales europeas, ya que Isabel era hija de Maximiliano II y de María de Austria, y por lo tanto, era la nieta del todopoderoso emperador Carlos I de España. De hecho, las crónicas relata que la boda entre Carlos IX de Francia e Isabel de Austria en noviembre de 1570 fue una celebración por todo lo alto.
Es decir, se trataría de un momento de gran alegría, sin embargo, la retratada no lo muestra abiertamente. Casi podemos decir todo lo contrario. La habilidad para el retrato de François Clouet hace que se pueda intuir un poso de tristeza en esa niña que de pronto se tiene que convertir en mujer y esposa para un marido que en realidad no le desea.
Se sabe que la vida de Isabel de Austria (1554 – 1592) no fue realmente dichosa. Ella sí que quería a Carlos IX, hasta se podría decir que estaba real y apasionadamente enamorada de él. Pero en cambio, el rey tan solo la apreciaba un poquito y valoraba sus virtudes, aunque el amor y la pasión se los reservaba para otra dama de la corte.
Las crónicas de la época describen a la reina Isabel, como una chica hermosa y de piel delicada, algo que sin duda ha sabido plasmar Clouet con su dominio de las veladuras de color. Al igual que dicen que era tremendamente educada, inteligente y buena con todo el mundo. Sin embargo fue desafortunada en su matrimonio. Si bien no duró mucho, ya que Carlos IX murió en 1574, y ella pese a su juventud (solo tenía 20 años) renunció a un nuevo amor y no quiso casarse nunca. E incluso dejó la corte francesa para irse a Viena, donde llegó a fundar un monasterio de monjas clarisas. Y allí murió años más tarde, a la edad de 38 años.