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Sarcófagos de Fayum

Publicado por A. Cerra

Sarcófagos de Fayum

Estas pinturas es una singular mezcla de arte romano y egipcio. Es cierto que la pintura romana sobre todo la conocemos por obras murales como las que se han conservado en distintas casas y villas de la ciudad de Pompeya. Y en cambio, el arte pictórico egipcio se conoce gracias a las decoraciones que se han hallado en distintas tumbas de época faraónica.

Pues un compendio de ambos artes, de sus tradiciones y de sus características de estilo se dan en los distintos sarcófagos que se hallados en las excavaciones del cementerio de Fayum, un lugar que en la actualidad se integra como un distrito de la inmensa capital de Egipto, El Cairo. En esos sarcófagos se encuentran tanto imágenes propias del arte egipcio con todo su simbolismo y lirismo, como también bustos y retratos característicos del realismo que inspira casi todo el arte de los romanos antiguos.

Estas excavaciones sacaron a la luz un buen número de momias, cada una de ellas con sus envoltorios protectores. A veces sencillos recubrimientos de papel maché y otras auténticos sarcófagos de madera. En estos últimos aparecen pinturas al encausto, es decir con una técnica en la que los pigmentos se aplican con cera caliente, para así crear un retrato del fallecido. Unos retratos que a veces hasta llevan la inscripción correspondiente para identificarlo con su nombre.

Mientras que en la parte baja del sarcófago se han pintado escenas propias de la religión y la mitología egipcia. Y no solo eso, si el retrato es de características realistas y naturalistas, todo lo referente a las deidades y ritos egipcios se plasma con los rasgos más identificativos del arte faraónico practicado durante varios milenios atrás. Y es que este conjunto pictórico en su mayor parte data del siglo II d. C., cuando las tierras egipcias hacía mucho tiempo que estaban bajo dominio romano.

Lo cierto es que estas pinturas son fruto de esa singular mezcla de tradiciones romana y egipcia a la que también se suma la herencia griega. Son un ejemplo maravilloso de enriquecimiento mutuo, y no solo eso también su huella perduró durante siglos, ya que este tipo de trabajos fueron un referente por ejemplo para el arte bizantino que llegó mucho después e incluso para la iconografía de la pintura copta.

El hecho es que el número de pinturas similares en Fayum es abrumador, ya que se cuentan por centenares. Pero los arqueólogos han encontrado trabajos similares, aunque en una cantidad mucho menor, en otros lugares del país norteafricano, lo cual nos da idea de la importancia cultural de estas prácticas.