Serie Bloodline de Zhang Xiaogang
Desde el año 1994, el pintor chino Zhang Xiaogang ha estado pintando una larga serie de cuadros titulada Bloodline, “línea de descendencia”, inspirada en los típicos retratos familiares y en el concepto de familia que existe en su país.
Ahí, en China, se considera a la sociedad en su integridad como un gran familia. De hecho, la piedra angular de todo el funcionamiento social ha de ser la unidad familiar, ya que si a cada miembro en su casa se le enseñan sus funciones y cometidos, y cada persona cumple con ellos de un modo automático, los beneficios no solo se siente en ese núcleo más íntimo, sino también en su entorno vecinal y social. Es decir, cada familia contribuye al bien común.
Y aunque eso pueda ser cierto, a Zhang Xiaogang le interesa representar en esta serie lo que le ocurre a cada individuo que prioriza sus necesidades por las del grupo.
En este gran lienzo (148 x 188 cm) vemos el típico retrato de una familia en blanco y negro. Un retrato sobre un fondo grisáceo azulado indeterminado, todo con el aspecto de tratarse de un recuerdo borroso del pasado. Cada una de las tres personas posa con indiferencia, casi como si fueran máscaras intercambiables. Y entre todos esos tonos sombríos, destacan las manchas discordantes de color amarillo.
El mensaje es el siguiente, el sistema donde prevalece lo colectivo ha provocado que una sociedad conformista, donde los individuos se liberan de sus emociones y hasta niegan sus necesidades. Se trata de retratos impersonales y también inquietantes, ya que tal postura ante la vida quizás no sea lo más recomendable ni para el individuo, ni tampoco para el conjunto del pueblo.
Lo cierto es que Zhang Xiaogang es uno de los pintores chinos más valorados en Occidente. Este artista nació en el año 1958 en la población de Kumming de la provincia de Yunnan. Si bien al nacer en el seno de una familia de funcionarios y dentro del contexto de la denominada Revolución Cultural, pronto se tuvieron que trasladar a otra provincia de este inmenso país. E incluso al joven Xiaogang se le obligó a instalarse en una granja en 1976 para ser reeducado.
Tras aquello estudió Bellas Artes en Sichuan y realizó diversas escenografías y diseños de vestuario para una compañía de danza. Y a partir de ahí desarrolló su carrera artística y protagonizó diversas exposiciones, no sin antes pasar por varios periodos de crisis motivados tanto por sus años de alcoholismo como por sus depresiones. Aún así, su obra es muy valorada entre los artistas contemporáneos porque ha sabido reflejar la cultura de su país, al mismo tiempo que incluye elementos de profunda crítica al sistema.