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Servet en la prisión de Ginebra, de Picasso

Publicado por A. Cerra

Servet en la prisión de Ginebra, de Picasso

Estamos acostumbrados a ver las obras pictóricas de Pablo Picasso convertidas en iconos del arte contemporáneo. Sin embargo, la producción del artista español es casi inabarcable y siempre se pueden descubrir nuevas creaciones sorprendentes. Sin ir más lejos el dibujo de 1904 que vemos aquí.

Un sencillo dibujo de estilo muy dinámico y figurativo que se titula Servet en la prisión de Ginebra y que hace mención al triste final de uno de los científicos y teólogos más relevantes de la Europa del siglo XVI.

Miguel Servet nació en España pero pronto viajó a países de Europa donde estableció contactos con los grandes teólogos de su tiempo. Ya que Servet ante todo fue un hombre de teología, y a partir de ello es como se acerco a la ciencia.

El personaje venía de una España ultracatólica y al viajar por Europa entro en contacto con la Reforma Protestante de Lutero. A este clérigo no lo llegó a conocer, pero sí que mantuvo una importante relación epistolar con el otro gran reformista: Calvino. Una relación que con el paso del tiempo le iba a suponer una condena a muerte.

Servet ya había sido condenado por la Inquisición católica debido a su postura crítica respecto al dogma de la Santísima Trinidad, en la que Padre, Hijo y el Espíritu Santo eran el mismo y único dios. Pero sus teorías tampoco eran bien vistas por los protestantes, y en especial por Calvino, a quien Servet le había hecho objeciones en su libro, que el monje no se tomó nada bien.

De hecho, se dice que Calvino fue el auténtico artífice de que el teólogo y científico español fuera perseguido en Europa. En 1553 fue detenido por primera vez en Lyon. Y aunque consiguió escapar, eso no impidió que se le juzgara y fuera condenado a muerte. En su huida, de una forma algo incomprensible, acabó yendo a Ginebra, en Suiza, donde vivía su gran enemigo, Calvino. Así que volvió a ser detenido y esta vez de manera definitiva.

Se cumplió su condena y fue ajusticiado con gran crueldad. Es precisamente en los momentos previos a su muerte cuando lo presenta Picasso en este dibujo, quien sin duda nos muestra un hombre abatido, que va a ser asesinado por la incomprensión de sus contemporáneos. Y que no solo negaba la Trinidad sino que ponía en tela de juicio el sentido del sacramento del bautismo.

Desde luego todas estas teorías de carácter religioso fueron muy controvertidas, pero lo cierto que es que Miguel Servet ha pasado a la historia como científico, y por ser el descubridor de la circulación de la sangre por el cuerpo humano. Un hito en la historia de la ciencia que halló realizando autopsias a cadáveres, algo que por supuesto la iglesia tampoco veía con muy buenos ojos en la época.