Cajas Brillo, Warhol
El hecho de que Andy Warhol era un artista cuanto menos excéntrico no resulta demasiado novedoso para nadie, sin embargo y tras lo que para algunos tan solo era una fachada moderna el joven artista de Pittsburg sorprendió a los críticos de su tiempo.
Andy Warhol (1928 – 1987) y cuyo verdadero nombre era Andrew Warhola, fue una artista e ilustrador norteamericano que se basó en diferentes medios y soportes para crear arte. Durante los primeros años de su carrera el artista trabajó en el mundo de la publicidad lo que le sirvió de inspiración.
En 1964 el artista participó de manera individual en una exposición en Nueva York en la que presentó objetos como los cereales Kellog´s, los envases de Ketchup Heinz o las famosas cajas de esponjas Brillo que aquí analizamos.
En realidad el artista no expuso cajas de estas esponjas tal cual, sino que realizó un modelo de su envase idéntico al original pero en madera con las ilustraciones estampadas por medio de serigrafías y más grandes que las cajas originales, las que Warhol expuso en la galería neoyorkina medían unos cincuenta centímetros de altura y anchura y unos treinta y ocho de profundidad. En total el artista expuso una montaña formada por veinticuatro envases que poco o nada se distinguían de los envases originales y que revolucionaron el mundo de la plástica postmodernista.
En este contexto debemos señalar como la obra de Warhol supuso una revolución en el mundo del arte, ya que en realidad el diseño si es que éste se consideraba como artístico no era suyo sino del publicista que diseñó las cajas de Brillo, entonces ¿Por qué la obra de Warhol valía miles de dólares más que las cajas de esponjas originales? Pues precisamente porque la concepción artística que él defendía se basaba precisamente en eso, en que cualquier cosa podía ser llevada al campo artístico si lo hacía la persona adecuada.
La genialidad del pintor o del artista y su huella personal, eran para el artista conceptos que habían quedado obsoletos con la estética modernista y el ready made que comenzó con Duchamp fue llevado al extremo por este genio de la ilustración que no sólo daba un nuevo sentido a los objetos más personales sino que además de eso, los masifica copiándolos una y otra vez para dejar claro que aquel concepto de originalidad ya era cosa del pasado.
En 1997 el teórico del arte Arthur C Danto escribió su obra <>, en el pensador reflexionaba precisamente sobre las cajas Brillo de Warhol diciendo que su contemplación supuso para él un punto de inflexión y que la respuesta al porqué dichas cajas eran arte era porque la pieza invitaba a la reflexión tras su contemplación.