Corte con cuchillo de cocina a través de la barriga cervecera de la República de Weimar de Hannah Höch
Esta obra realizada por la artista alemana Hannah Höch (1889 – 1978) se conserva en los Museos Estatales de Berlín, ciudad en la que residió prácticamente toda su vida. Incluso durante los años del nazismo, cuando su característica producción de collages dadaístas y de fuerte contenido político fue tildado de “arte degenerado”.
Y es que desde sus inicios esta mujer se adscribió a la crítica de su época y lo hizo a través del movimiento de vanguardia más ácido de todo: el dadaísmo. De hecho, poco después de llegar a Berlín para estudiar arte se convirtió en la amante de uno de los grandes artistas de esa corriente en Alemania, el pintor Raoul Hausmann. Aunque aquella relación no terminó precisamente bien.
Si bien fue en aquellos años, inmediatamente posteriores a la derrota de Alemania en la Primera Guerra Mundial y el surgimiento de la denominada República de Weimar cuando Höch realizó algunos de sus collages más emblemáticos. Especialmente este del año 1919 tiene el largo título de Corte con cuchillo de cocina a través de la barriga cervecera de la República de Weimar.
Por cierto, a Hannah Höch la podemos considera como la única mujer que integró el grupo dadaísta. Y es que fue una mujer tremendamente valiente para su época, tanto en su vida personal, en la que nunca negó su bisexualidad y sus ideas feministas, como en su arte, evidentemente muy atrevido y crítico con su momento. Algo propio de una mujer que se consideraba nueva y progresista y que soñaba con derribar los principios burgueses, machistas y misóginos que imperaban en la sociedad.
Y pretendía hacerlo con sus collages. En este caso utilizando recortes de prensa y fotografías. Entre las que aparecen palabras muy concretas como anti o dada. Las imágenes son de máquinas y animales, pero también de personas perfectamente reconocibles, desde políticos y militares hasta otros artistas que formaban parte del grupo dadá. Y por supuesto se ven imágenes de las movilizaciones que llevaban a cabo los obreros.
Es un corte, una incisión, en la sociedad burguesa de su época. A la cual consideraba la enemiga y quería derribarla. Como quiso derribar todos los convencionalismos establecidos tanto desde un punto de vista artístico como vital. Para lo cual siempre trabajó en sus singulares collages. Los cuales por otra parte eran también una expresión de su concepción del arte como algo útil y vivo. Nada que ver con el concepto sagrado de obra de arte. Ella prefería esos recortes de papel pegados, los cuales desde el mismo momento en que se presentan comienzan a envejecer, a amarillear y a cambiar de aspecto. Algo que realmente no favorece en nada su conservación.