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Jardines mágicos de Philadelphia

Publicado por A. Cerra

Jardín Mágico de Filadelfia

Los jardines como espacio creativo siempre han sido un ámbito para dejar volar la imaginación de los artistas y desarrollar proyectos difícilmente concebibles en otros espacios. Así ha ocurrido siempre, desde los jardines renacentistas italianos hasta experiencias más singulares del siglo XX, como el famoso Jardín Escultórico del surrealista Edward James.

También es de una modernidad y libertad absoluta el conocido como Jardín Mágico de Philadelphia, en los Estados Unidos, en cuya concepción ha invertido varias décadas de trabajo el artista local Isaiah Zagar. Una creación que para él no solo ha sido su modo de expresarse, sino que además se transformó en su mejor terapia para tratarse a sí mismo y aliviar sus procesos depresivos y su trastorno de bipolaridad.

Para ello recurrió a la reutilización de todo tipo de materiales. Desde trozos de cerámica hasta botellas vacías, fragmentos metálicos, vidrios, espejos rotos y cualquier objeto que hallara y despertara su curiosidad. De manera que todo ese delirante maremágnum de residuos los transformaba en mosaicos artísticos que flanquean muros y suelos del jardín. Y no solo ha recreado esta fórmula dentro del Jardín Mágico. En realidad, por gran parte de la ciudad de Pensilvania se pueden encontrar sus murales realizados desde los años 60.

Si bien, el comienzo del Jardín Mágico propiamente dicho tuvo lugar en 1991, y para entonces Zagar ya tenía una edad avanzada (nació en 1939). Con el tiempo fue creciendo, incluso ocupando algún solar para el que no disponía de permiso. De manera que en 2002, los propietarios le amenazaron con tirar su obra sino adquiría el terreno.

Ese fue el detonante para que la vecindad aportara dinero y finalmente se creara una fundación que es la que explota, sin ánimo de lucro, el Philadelphia’s Magic Gardens en la actualidad.

La sensación al recorrerlos es realmente abrumadora, casi atosiga por momentos. Algo que se debe a la enorme acumulación de formas, colores y materiales que se descubren durante el paseo. En muchas ocasiones es algo informe y puede parecer que está dispuesto a capricho y de manera algo improvisada. Sin embargo, no es así. Isaiah Zagar ha ido cavilando el conjunto y la disposición de cada elemento. Y de hecho hay muchos símbolos en incluso se pueden leer palabras, como por ejemplo el nombre de Antoni Gaudí, el arquitecto del Modernismo que es todo un referente para el artista norteamericano, en especial por los mosaicos que diseñó en lugares como el Parque Güell de Barcelona.

Aunque no es la única referencia reconocible en el Jardín Mágico de Zagar. Allí también tienen un protagonismo especial las artesanías y cerámicas tradicionales de México y otros lugares de Latinoamérica, algo que se debe a que el artista ha viajado en diferentes ocasiones a esos países, además de que su esposa es de origen latino.