Ampliación de la Staatsgalerie en Stuttgart de James Stirling
El arquitecto escocés James Stirling ha dejado muchas grandes obras en sus construcciones del Reino Unido, como su famosa Escuela de Ingeniería en la ciudad de Leicester. Sin embargo, el gran espaldarazo para su reconocimiento internacional lo obtuvo con algunas de sus intervenciones arquitectónicas en Alemania, como por ejemplo la ampliación que realizó de la Staatsgalerie de Stuttgart, en el estado de Baden-Württemberg.
Y eso que tras su construcción, la obra fue duramente criticada tanto por sus recuerdos al clasicismo del siglo XIX, de hecho incluso se la llegó a calificar de ser una construcción de aires totalitarios.
El conjunto de esta enorme Galería de Arte de Stuttgart se reparte en tres ámbitos. Uno primero destinado a museo que es un gran bloque en forma de U. Uno segundo de forma circular abierto a un amplio patio para las esculturas. Y una última pieza alargada y en forma de L, donde hay un teatro-auditorio, y donde Stirling ya propuso una extensión posterior para albergar unas escuelas de música y de arte dramático. Y ciertamente esos espacios se incorporaron años más tarde.
Si el reparto de espacios es importante, también lo es el modo en el que Stirling proyectó la integración del museo en esa área de la ciudad alemana. Para ello creó un frente principal de carácter escalonado y fragmentado, que de alguna forma cuadra a la perfección con las vías rodadas próximas. Mientras que son fachadas en las que usa la piedra de tonos ocres, los vidrios para bañar de luz espacios internos y los elementos metálicos pintados en colores muy vivos y llamativos.
Todo el edificio, o al menos sus fachadas principales, están como elevadas sobre una plataforma, y son rodeables paseando, para poder observar el conjunto arquitectónico, hasta llegar al patio de las esculturas, el cual es como el epicentro de la obra.
Es de una modernidad rotunda, y sin embargo es innegable la deuda de obras decimonónicas, sobre todo en cuanto al fuego de formas cuadradas y redondas que recuerda al Museo Antiguo de Berlín. De hecho el propio Stirling nunca negó que esa obra de Schinkel había sido una de sus referencias. Es innegable que los años 70 y 80 del siglo XX la arquitectura tenía una vertiente vinculada al llamado Clasicismo Posmoderno que bebía de fuentes antiguas. Si bien también es innegable que el talante creativo de Stirling consigue crear unas formas muy nuevas y únicas. En este caso para un museo, un tipo de construcción que es una de las grandes renovadoras de la arquitectura contemporánea gracias a obras como esta, y otras tanto anteriores como posteriores, como puede ser los museos Guggenheim de Nueva York y Bilbao, de Lloyd Wright y de Frank Gehry respectivamente.