Capilla del Rosario en Puebla
La Capilla del Rosario en la ciudad de Puebla del estado de Oaxaca está considerada como una obra cumbre de todo el arte barroco de México. Una construcción que refleja todas las características de esta versión colonial del barroco, donde se funde las influencias artísticas indígenas con las de los creadores más excesivos del arte europeo, especialmente español, como son las decoraciones de Churriguera.
La Capilla del Rosario fue un añadido al Templo de Santo Domingo. Mientras que la iglesia se comenzó a construir en el 1550, para que se iniciaran las obras de esta capilla hubo que esperar 100 años y luego se prolongaron durante cuatro décadas, ya que no estuvo concluida hasta 1690.
A primera vista, lo que llama la atención es que parece no haber ni un solo centímetro sin decoración. Abundan los estucos dorados y de diversos colores, así como todo tipo de molduras con motivos vegetales o las formas de angelotes. Al igual que hay que destacar los lienzos pintados por José Rodríguez Carnero en la parte alta de la cúpula.
Es la máxima expresión de la enorme devoción que generó la Virgen del Rosario entre los monjes dominicos mexicanos. De hecho esta fue la primera capilla en su honor en todo el país. Y como es habitual en los templos de esta orden de predicantes se caracteriza por la opulencia y fastuosidad en su decoración.
Pero aunque parezca que es un compendio de elementos, casi amontonados, en realidad todo sigue un riguroso orden iconográfico. Mientras que en los muros de la capilla está representados diversos personajes vinculado a Cristo, la Virgen y también los misterios del Rsoario. Y de ahí se pasa a la parte alta donde aparecen las tres virtudes teologales, la Gracia Divina y los siete dones del Espíritu Santo representados entre ángeles y mujeres santas dominicas. Todo coronado por el anagrama IHS (Iesus Hominen Salvatore, o sea, Jesús salvador de los hombres). Sin olvidar los lienzos de la cúpula con escenas representativas de los Gozos de la Virgen.
En definitiva, un programa de lo más apretado y recargado nunca mejor dicho. Pero como ya hemos comentado es uno de los máximos exponentes del Barroco Mexicano e Hispanoamericano, profuso como pocos estilos en toda la Historia del Arte. Y que ciertamente en Puebla encontró un desarrolló exquisito no solo por esta Capilla del Rosario o todo el Templo de Santo Domingo. También por otras obras repartidas por la ciudad poblana como la iglesia de San Miguel con otra joya de este estilo como es su Altar Mayor.