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El castillo de Bunratty

Publicado por A. Cerra

Castillo de Bunratty

En las islas Británicas el estilo artístico medieval que se corresponde con el románico del resto del continente europeo es el arte normando. Y de él nos han llegado estupendos ejemplos, sobre todo arquitectónicos como las catedrales de Durham o de Ely. Pero no solo edificios religiosos, también otros de carácter defensivo y residencial, como es el caso del castillo de Bunratty en Irlanda.

Y lo calificamos como edificio de arquitectura normanda pese a su tardía construcción, ya que esta obra se levantó en el siglo XV, hacia el año 1425. La razón es que este estilo pervivió mucho a lo largo del tiempo, y todavía más en la isla irlandesa.

Pero en este solar sus primero ocupantes en el siglo X fueron los navegantes y comerciantes vikingos, ya que se ubica muy cerca del estuario que el río Shannon forma al desembocar en el Atlántico. Más tarde ya se construiría una primera fortaleza feudal, edificada con madera. Pero esa no fue más que la construcción inicial, porque se trata de un territorio con conflictos permanentes entre clanes, señores feudales y con los invasores ingleses, por lo que durante siglos se crearon fortalezas que iba a ser destruidas. Hasta que por fin se levantó el actual castillo de Bunratty.

Es un gran edificio de tres plantas, que se convierten en 6 cuando hablamos de sus poderosas torres ubicadas en las esquinas. Además posee otro elemento realmente espectacular: su gigantesco arco, cuya parte superior es hueca, ya que de dese ahí se podía atacar a los posibles invasores lanzándoles desde piedras hasta aceite hirviendo.

La verdad es que exteriormente se puede admirar toda la potencia de esta construcción íntegramente construida en piedra y donde los vanos en forma de ventanas son muy escasos. Algo propio de los edificios defensivos y militares. Sin embargo, este castillo a la vez tenía un carácter residencial.

Eso se ha potenciado durante la restauración que se llevó a cabo en el pasado siglo XX, ya que el lugar tuvo que ser recuperado tras siglos de abandono y expolio. De esta manera se acondicionó su interior para visitas turísticas y la realización de otras actividades, como ser lugar para la celebración de banquetes medievales.

En esa rehabilitación y puesta en valor se tomaron muchas licencias creativas en cuanto al mobiliario expuesto o la disposición de las salas, por ejemplo donde se celebran los banquetes fue el antiguo cuerpo de guardia donde vivían los soldados del castillo. Pero eso no evita que sea una muestra más que destacable de conservación del patrimonio y actualización a unos nuevos usos.