Las Pirámides de Gizeh
Las Pirámides de Giza o de Gizeh, son el gran monumento de la civilización del Antiguo Egipto. Unas obras de arte que al mismo tiempo resultan un enigma desde el punto de vista constructivo, dado que no se para de especular, incluso con teorías protagonizadas con extraterrestes, sobre ellas en cuanto al método empleado para su construcción teniendo en cuenta sus gigantescas dimensiones y los rudimentarios métodos de trabajo de su tiempo. Sin olvidar, el valor estético y simbólico que poseen que les ha llevado a aparecer en multitud de novelas, películas de Hollywood y fantasías de todo tipo.
Además, las Pirámides de Giza no solo son un testimonio de la grandiosidad arquitectónica del antiguo Egipto, sino también un reflejo de la complejidad de su sociedad y de su sistema de creencias religiosas. Los faraones, considerados como dioses en la tierra, eran enterrados en estas gigantescas estructuras para asegurar su trascendencia en el más allá. Cada pirámide era parte de un complejo funerario más amplio, que incluía templos y otras estructuras asociadas.
Por eso, ya desde hace siglos pasaron a formar parte del selecto grupo de las Siete Maravillas de la Antigüedad, y en la actualidad son el único monumento de aquel grupo (junto a las Pirámides, los Jardines Colgantes de Babilonia, el Templo de Artemisa de Efeso, el Zeus de Olimpia de Fidias, el Mausoleo de Halicarnaso, el Coloso de Rodas y el Faro de Alejandría) que todavía permanece en pie, pese a que era el más antiguo de todos ellos, ya que se construyó durante la IV Dinastía de faraones egipcios, hace unos 4.500 años.
Las Pirámides de Giza se hallan a las afueras de El Cairo, a unos 20 kilómetros al sudoeste de la ciudad. Allí se encuentran numerosas pirámides, si bien las tres más famosas e imponentes son las de los faraones Keops, Kefren y Mikerinos.
La mayor de todas ellas es la Pirámide de Keops. Alcanza los 146 metros de altura, y ocupa una superficie de un cuadrado de 230 metros, es decir, en total son unas 5 héctareas de espacio, ocupadas por unos dos millones de bloque pétreos, algunos de varias toneladas de peso.
Ya en su tiempo, el propio Keops, tan orgulloso de la pirámide que había hecho construir durante dos décadas para que le sirviera de tumba, la hizo llamar La Gloriosa o Khut.
Después, su hijo Kefrén mandaría construir la suya, un poco menor en cuanto a dimensiones, pero igualmente impresionante. Además, la Pirámide de Kefrén, todavía conserva parte del revestimiento de piedra caliza que en origen cubría toda la construcción. Si bien, esas piedra tan bien trabajadas y de calidad con el paso de los milenios fueron reaprovechadas para otras construcciones, y hoy en día todavía se pueden ver en algunos edificios de El Cairo.
También en tiempos de Kefrén se construiría la famosa Gran Esfinge, de hecho se dice que su rostro es un retrato de este faraón.
Y la menor de la tres es la Pirámide de Mikerinos, hijo de Kefrén y del que también tenemos una representación escultórica en la famosa Triada de Mikerinos. En este caso, es aproximadamente de la mitad de altura, con unos 70 metros hasta su cima. Sin embargo, es la que mejor ha conservado todo el entramado funerario para el que fue construida.
Además de estas tres pirámides principales, el complejo de Giza incluye varias pirámides secundarias, conocidas como pirámides de las reinas, así como templos del valle y templos funerarios. Estos templos eran lugares de culto y de ofrendas para el faraón difunto. También hay varias mastabas, o tumbas de nobles, en el sitio, que proporcionan valiosa información sobre la vida y la muerte en el antiguo Egipto.