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Maison Carrée

Publicado por Laura Prieto Fernández

La Maison Carrée es un templo de época romana realizado durante la primera etapa del imperio, en el principado de Augusto. El templo fue mandado construir en torno al año 16 a.C. por Marco Agripa en honor a su suegro Augusto para conmemorar la romanización de la zona de la Galia y dedicado a los nietos de éste, Cayo y Lucio.

A pesar de que su nombre Casa Carreé se puede traducir como “Casa Cuadrada” el templo tiene planta rectangular y se situaría en lo que sería el antiguo foro de la ciudad de Nimes.

Los templos romanos, siguen los parámetros griegos conjugándolos con algunas características etruscas. Al igual que ocurría en Grecia el templo romano no acogería a los fieles, sino que el culto a los dioses se haría en el exterior y al interior tan solo accederían los sacerdotes.

A diferencia de los templos griegos que se levantaban sobre una escalinata denominada krepys, el templo romano, por influencia etrusca, se levanta sobre un alto podio al que solo podemos acceder por las escaleras situadas en la fachada.

En esta ocasión nos encontramos ante un templo de pequeñas proporciones, 26 metros de longitud y 15 de ancho. Es hexástilo puesto que cuenta con seis columnas en las fachadas cortas y al estar rodeado de columnas que aparecen adosadas al muro es un templo pseudoperíptero.

Las estilizadas columnas de orden corintio tienen el fuste estriado y el capital conformado por hojas de acanto. Sobre el capitel se levanta el entablamento formado por arquitrabe con tres platabandas y friso con decoración vegetal, sobre el que se apoya una cornisa de gran voladura. Los frontones triangulares no tienen decoración aunque es posible que es su día contaran con elementos vegetales. Este tipo de decoración recibe influencia de una de las obras más importantes del arte romano, el Ara Pacis. La cubierta exterior es de dos aguas.

Al interior el templo es adintelado con casetones cuadrados de decoración vegetal. Se configura a través de un pórtico que actúa como pronaos y da acceso a la única naos o cella que posee el templo y que posiblemente estuviera dedicada a la Triada Capitolina: Júpiter, Juno y Minerva. A diferencia de los templos griegos en la Maison Carrée no aparece opistodomus o nave del tesoro.

La marcada horizontalidad de toda la construcción se rompe con la verticalidad de las columnas, los empujes de unas y otros líneas aparecen contrarrestados lo que otorga al conjunto un gran equilibrio y serenidad. En cada uno de los elementos del templo se observa un estudio detallado de la proporción entre sí y con el conjunto general.

Los materiales utilizados en la construcción son el mármol para las columnas, entablamento, frontones etc. y el ladrillo, dispuesto a soga y tizón para dar mayor movimiento y decoración, en el muro. Éste es un muro, tan solo alterado por las columnas en él embutidas, es un muro corrido es decir sin abertura de vanos, por lo que la iluminación del conjunto se realiza a través de la puerta de acceso.

Este tipo de templos debemos ponerlos en relación con el proceso de romanización que imponían los romanos a los territorios conquistados, de hecho es muy posible que la Maison Carreé fuera realizados por un taller local siguiendo los parámetros de la arquitectura romana que a su vez se inspiraba en la griega y etrusca. También debemos ponerlo en relación con la idea propagandística que se dio durante el imperio y por la que cada emperador trataba de superar al anterior en cuanto a grandes obras constructivas y decorativas con las que conmemorar sus hazañas o quedar patente su poder a lo largo de su basto imperio.