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Puente de Rialto de Venecia

Publicado por A. Cerra
Puente de Rialto

Puente de Rialto

Sin duda alguna el Puente de Rialto es una de las imágenes más emblemáticas de la Venecia más turística. Por eso cualquier día del año recibe miles y miles de fotografías por parte de los viajeros. Un atractivo que se remonta varios siglos, ya que desde tiempos de Canaletto o Francesco Guardi, máximos representantes en la realización de vedute o vistas, ha captado la atención de turistas, artistas y aficionados.

El Puente de Rialto, además de hermoso es una obra extraordinariamente funcional. Hay que tener en cuenta que para salvar las aguas del Canal Grande de Venecia solo hay tres puentes. Uno es puente de lo Scalzi, junto a la iglesia del mismo nombre que proyecto el gran arquitecto barroco Baldassare Longhena, uno de los grandes artífices del aspecto de la Venecia más monumental e histórica. El segundo de los puentes sobre el Gran Canal es el Rialto y por último el de la Accademia.

El de Rialto data del año 1591 y es obra de Antonio da Ponte, quién venció finalmente un concurso al que se presentaron proyectos de arquitectos de la talla y el prestigio de Miguel Ángel, Vignola, Palladio, Sansovino, Vicenzo Scamozzi o Alvise Boldú.

Y es que en este punto hacía años que había un puente. Se sabe que en el 1175 ya había un puente de barcas que se llamaba Quartarolo, que casualmente es el nombre de la moneda que se usaba para pagar por su paso. Una estructura de ese tipo perduró durante centurias, pero ya en el siglo XV se decidió construir una estructura más estable.

Aquel puente se iba a realizar con una estructura de madera, iba a tener dos partes móviles para dejar pasar las embarcaciones y también iba a contar con unas tiendas en su superficie. Su aspecto se puede saber gracias a una representación del mismo que hizo el pintor Vittorio Carpaccio.

Pero por fin en el siglo XVI, se optó por quitar ese puente de madera y hacerlo muchísimo más estable y usar para ello la piedra. Fue entonces cuando se convocó ese concurso en el que venció Antonio da Ponte.

Tras el encargo comenzaron las obras, en las que se invirtieron ni más ni menos que tres años, desde 1588 hasta 1591. Y es que la construcción tiene una presencia imponente, ya que es de una sola arcada, que se eleva lo suficiente para permite el paso de ciertas embarcaciones. Ese arco tiene una longitud de 28 metros y sobre él se instalaron varias tiendas muy estables y construidas, también levantadas con un material tan rico como el mármol.

En definitiva, su solidez y belleza hace que durante siglos y en la actualidad sea una de las postales típicas de Venecia.