Real Sitio y Villa de Aranjuez
La localidad madrileña de Aranjuez posee uno de los conjuntos arquitectónicos, artísticos y paisajísticos más espectaculares de todo el patrimonio español. Su gran impulsor fue el rey Felipe II, quién en a mediados del siglo XVI encargó al arquitecto Juan Bautista de Toledo el proyecto de su construcción. Este era uno de sus arquitectos favoritos, ya que de hecho también participó en el proyecto de otra de las grandes obras del reinado de este monarca: el Monasterio de San Lorenzo del Escorial.
Sin embargo, Juan Bautista de Toledo falleció en el año 1567, y entonces la continuación de las obras recayó en uno de sus más estrechos colaboradores, Gerónimo Gili. Si bien no duró mucho en ese cargo, ya que poco a poco, Felipe II fue introduciendo a otro de sus artistas favoritos: Juan de Herrera, hasta que finalmente dirigió por completo la obra desde 1575.
No obstante, ninguno de ellos vio concluido el Palacio Real de Aranjuez, ya que llegó un momento en el que la prosperidad económica de España decayó, hasta que finalmente las obras se paralizaron, dejando el palacio más o menos a la mitad de su ejecución. Y no sería hasta el siglo XVIII, ya en tiempos del reinado de Felipe V cuando se retomarían estos trabajos.
De esta forma, tanta dilatación en el espacio hace que el Palacio Real de Aranjuez sea una suma de estilos, donde se fusionan las formas originales del Renacimiento, con los añadidos de influencia barroca, rococó e incluso neoclásica. Es decir, un conjunto arquitectónico fastuoso y de enorme importancia.
Además desde el primer momento, el Palacio se concibió rodeado de jardines, de gran fertilidad gracias a las obras hidráulicas que acercan las aguas de los cauces del Tajo y el Jarama que atraviesan la población. Ya desde sus mismo orígenes surgieron los Jardines de Aranjuez, menos amplios que en la actualidad, pero ya imponentes. A esa primera fase corresponde la zona del Jardín de la Isla que proyectó el propio Juan Bautista de Toledo, y también el Jardín de Parterre, este ya creado por Juan de Herrera.
Con el paso de los siglos se añadirían más zonas de jardín como el Jardín del Príncipe en el siglo XVIII o el Jardín de Isabel II en el siglo XIX. En definitiva, unos jardines famosos en el mundo entero y que han inspirado a artistas de diversas épocas y disciplinas como el pintor Joaquín Sorolla o el compositor Joaquín Rodrigo, autor de la célebre Concierto de los Jardines de Aranjuez.
En definitiva, el palacio y los jardines, junto a la propia población donde abundan las construcciones históricas, forman el Real Sitio y Villa de Aranjuez. Todo un conjunto protegido bajo la figura de Paisaje Cultural, que la UNESCO consideró en 2001 digno de incluir en la lista del Patrimonio de la Humanidad.