Mosaico de las Cuadrigas de Cartago
El mosaico de las Cuadrigas de Cartago que en la actualidad podemos encontrar en el Museo Nacional del Bardo de Túnez dataría de entorno al siglo II d.C. y es una de las muestras artísticas más destacadas de este museo ya que nos permite conocer uno de los aspectos más destacados de la cultura romana, los juegos de ocio.
Durante esta época el ocio fue una de las actividades más populares entre los miembros de la sociedad romana, actividades que no sólo estaban predeterminadas para un grupo social concreto sino que eran un medio de esparcimiento para toda la población. En este sentido se edificaron baños públicos, las termas, espacios destinados a batallas (entre hombres, animales etc.) como eran los anfiteatros o como nos muestra el mosaico de Cartago espacios destinados a albergar carreras de caballos, los circos.
Una idea de la gran aceptación que tuvo este tipo de espectáculos nos lo muestra el hecho de que el mosaico que representa esta actividad se encontrase en la ciudad de Cartago, una de las colonias de vasto Imperio Romano ubicada en el Norte de África. Las carreras debieron ser una actividad predilecta en el lugar para que se construyese un circo y posteriormente fuese representado en este singular mosaico.
En cuanto a su elaboración la pieza sigue la realización tradicional con pequeñas piezas cerámicas, conocidas como teselas, que se unen para dar lugar una composición mayor. En el aspecto técnico el autor o autores de este mosaico no ha mostrado una singular pericia, la perspectiva no ha sido bien recreada y la composición resulta demasiado simétrica, sin embargo la pieza destaca por su detallismo y el realismo de la representación. En la obra se representa la estructura arquitectónica de un circo: en el centro podemos observar la espina central alrededor de la cual corrían los caballos y que se decoraba con esculturas u obeliscos. Rodeando la composición aparece el graderío destinado al público con sus respectivas salidas o vomitorios y una tribuna especial reservada para las autoridades más destacadas que acudían al espectáculo. También se ha representado en la zona de la derecha las carceres, unos compartimentos que estaban destinados a las cuadrigas y caballos y donde éstos esperaban su turno antes de salir a la arena.
En el mosaico podemos observar como la carrera se disputaba entre cuatro cuadrigas es decir, por carros tirados por cuatro caballos. Quizás esta fuese la modalidad más popular aunque también existieron carreras de bigas (con dos caballos), trigas (con tres) etc. Sobre ellas parecen los jinetes que pertenecían al grupo social de los esclavos o plebeyos y que vestían color determinado según el equipo al que perteneciesen. En la esquina derecha podemos observar la figura de un hombre de pies que sostiene un ánfora y que seguramente se tratase del premio otorgado al vencedor de la carrera.
El estado de conservación de la pieza no es del todo bueno, algunas zonas se han perdido y no podemos observar todas las cuadrigas, sin embargo sí podemos hacernos una idea de la estructura del circo y de cómo se desarrollaban estas carreras.