Teatro romano de Plovdiv
Pocos imperios a lo largo de la historia han sido tan extensos y han legado tantas cosas a la civilización como el Imperio Romano. Sus huellas se pueden ver por Europa, norte de África y la zona asiática del Próximo Oriente. Así que hoy nos vamos a parar en un impresionante monumento de época romana que hay en Bulgaria. Concretamente en la ciudad de Plovdiv, la segunda del país, y una de las urbes más antiguas del mundo, ya que se estima que aquí ha habido una población desde hace 8 milenios.
El teatro romano de Plovdiv fue mandado construir durante el gobierno del emperador Trajano, allá por el siglo II de nuestra Era. Y gracias a diversas restauraciones es uno de los mejor conservados en su género que hay en todo el continente.
Lo cierto es que volvió a la luz durante el último tercio del pasado siglo, ya que había permanecido enterrado durante centurias. Pero tras varios años de campañas arqueológicas volvió a emerger a la superficie.
Se trata de un recinto que podía haber acogido hasta 7.000 espectadores en sus mejores representaciones, y es que la zona de los espectador es mayor que un semicírculo, y tiene un diseño anfiteatral. En ella había hasta 28 filas de asientos marmóreos, divididos en dos categorías diferentes, separadas por una zona de pasillo. Si bien en la actualidad solos se conservan 20 de esas filas, y el resto se perdió tras la destrucción del lugar en el siglo IV.
Lo cierto es que se han conservado las gradas que están asentadas al terreno, aprovechando la ladera de la colina que acoge el teatro. Y las filas que desaparecieron estarían construidas y elevadas mediante una estructura de la que hoy solo se conocen los cimientos.
También en aquel mismo momento (tal vez un terremoto) se derrumbaría la zona de la escena, pero actualmente está perfectamente reconstruida con sus tres plantas en altura, en la que se distinguen columnas y frontones varios. Si bien, solo se ha levantado aquello que se ha podido reconstruir a partir de los materiales arqueológicos. Y cuando se han utilizado materiales nuevos, eso se ve inmediatamente, ya que la reconstrucción y restauración se llevó a cabo siguiendo los planteamientos de anastilosis, gracias a la cual, una coloración marca claramente lo que es nuevo y antiguo.
A modo de curiosidad, hay que decir que en muchos asientos se ha descubierto la inscripción de su usuario. Unos nombres que se corresponden con los gobernantes locales, pero también con amigos del propio emperador.
En fin, hoy este teatro romano sigue siendo un espacio escénico, y en él de nuevo hay representaciones teatrales. Lo cual lo equipara con otros edificios de época romana como puede ser el Anfiteatro de Verona en Italia o el Teatro de Mérida en España.