Torre Einstein de Erich Mendelsohn
El movimiento expresionista ha sido una vanguardia que se desarrolló en toda Europa, e incluso más tardíamente en Estados Unidos. Pero posiblemente el territorio que mejor se identifique con esa corriente artística sea Alemania donde aparecieron muchos pintores siguiendo este estilo, como Franz Marc. Y también allí tuvo su espacio la escultura expresionista con autores tan personales como Ernst Barlach.
Sin embargo, el Expresionismo parecía que era difícil de adaptar a un arte como la arquitectura. Y lógicamente si en algún sitio podía surgir alguien capaz de hacerlo ese lugar debía ser Alemania, y así ocurrió con el arquitecto Erich Mendelshohn (1887 – 1953).
Un creador que buscaba que sus edificios fueran funcionales pero dinámicos, oponiéndose así a la corriente racionalista imperante. Y seguramente la máxima expresión de ese antagonismo sería la serie de dibujos de arquitectura fantásticas que tuvo el valor de exponer, muchas de ellas proyectadas para ser construidas con acero y hormigón. Muchos de esos dibujos podían parecer sueños de un arquitecto utópico. Sin embargo, esas formas que casi son ensoñaciones en algunos casos las llegó a materializar.
Como ejemplo la Torre Einstein en la ciudad de Potsdam. Una torre convertida en observatorio y sede del Instituto de Astrofísica de esa ciudad cercana a Berlín.
Se cuenta que la idea de esta torre surgió de uno de los colaboradores del propio Albert Einstein, que consideraba que se necesitaba un observatorio preparado para poder hacer experimentos que confirmaran lo expuesto en la Teoría de la Relatividad.
Y eso fue lo que pretendió Erich Mendelsohn y su colaborador Richard Neutra cuando levantaron este edificio en el año 1921. Por cierto, cuando lo vio Albert Einstein hizo una de las mejores descripciones que se han hecho de esta construcción, que él sencillamente calificó de orgánica. Pero no hay que confundirse con la arquitectura organicista posterior de la que iba a ser el gran maestro el estadounidense Frank Lloyd Wright con obras como la Casa de la Cascada o el Museo Guggenheim en Nueva York.
La torre alcanza los 14 metros de altura, y ciertamente es un hito diferencial en la producción de Mendelsohn, mucho más famoso por sus edificios urbanos de grandes almacenes o algunas sinagogas.
Sin embargo aquí sin renegar al dinamismo y la curva que caracterizan sus construcciones nos presenta una torre que para muchos es expresionista, pero para otros es un edificio futurista y hasta fantástico y utópico.
Pero hay que tener en cuenta que el edificio se concibió para hacer las comprobaciones de la Teoría de la Relatividad, por eso aunque su forma externa sea de lo más peculiar, su interior estaba sometido a unas características determinadas para hacer esas pruebas. Y sin embargo, jamás pudieron llevarse a cabo aquí, y hubo que esperar hasta los años 50 para que se hiciera otra torre más grande donde finalmente se consiguió demostrar la veracidad de los efectos avanzados en las teorías de Einstein.