América de Maurizio Cattelan
El artista italiano Maurizio Cattelan sin duda alguna es uno de los creadores más provocadores de la actualidad. Y es gracias a obras como sus famoso “Plátano” que era precisamente eso, un plátano puesto con cinta sobre la pared, o su imagen del Papa Juan Pablo II derribado por un meteorito. También en ese territorio de la provocación y cierto escándalo se mueve esta obra titulada América, la cual además ha protagonizado varias circunstancias a lo largo de su corta existencia que todavía ha incrementado más su fama.
La escultura la realizó en el año 2016 con motivo de una exposición en el Museo Solomon Guggenheim de Nueva York. Se trataba de una muestra muy satírica, y el autor presentó allí este inodoro de oro de 18 quilates y que tenía la cualidad de que podía tener el mismo uso que cualquier otro inodoro del mundo. De hecho, hasta se podía reservar por anticipado su uso. Y se consiguió que durante el periodo de exposición, hicieran fila varias decenas de miles de personas para usarlo. Si bien, dado el valor del objeto a la salida había un guarda para impedir el robo.
El artista lo diseñó idéntico al modelo de wáter que hay en el museo neoyorquino. Si bien la pieza, o más bien las tres piezas que hizo, las creó en una fundición de Florencia, en Italia. En definitiva un baño de más de 100 kilos de oro, con un valor material de millones de dólares.
El objetivo del artista era hacer partícipes a su público de una experiencia excepcional. Usar un baño que parece destinado únicamente para multimillonarios. Una obra de arte colocada en los aseos del museo.
Si todo esto de relacionar arte, oro y defecaciones ya tiene un indudable tono provocador, ahora hay que sumar el contexto en que se realizó. Y es que una de las interpretaciones que se le ha dado es vincular su estética con el gusto por el exceso de Donald Trump, e incluso el propio museo se la ofreció al magnate estadounidense cuando este le solicitó el préstamo de un cuadro de Van Gogh para colgarlo en la Casa Blanca durante su presidencia. Por cierto, el gabinete de Trump nunca respondió al ofrecimiento.
Cattelan no negó esa interpretación pero dijo que debería haber más. No obstante, él nunca las ha aclarado y las hay para todos los gustos. Por ejemplo relacionarla con la famosa Fuente de Duchamp. Y desde luego está claro que parece que es una crítica a los excesos del mercado artístico o por su título se puede relacionar con el sueño americano o con que el género humano tiene unas necesidades que nos igualan a todos.
Por si fuera poco, para aumentar su fama, el inodoro viajó al Reino Unido para una exposición en el Palacio de Blenheim en 2019, y allí fue robado. No se ha encontrado, pese a que ha habido varias detenciones y existe una elevada recompensa. Pero no se ha vuelto a saber nada de la pieza, y hay quien dice que en realidad puede que todo sea una broma de Cattelan.