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Bajorrelieves del Palacio de Darío I

Publicado por A. Cerra

Esfinges de Darío I

El Museo del Louvre de París atesora unas importantes joyas del imperio persa que se realizaron durante uno de los periodos más fecundos de ese periodo: el reinado de Darío I, quien se hizo construir un palacio, cuya decoración en forma de relieve se puede ver hoy en día en el museo francés.

Darío I a finales del siglo VI antes de Cristo, en pleno esplendor, decidió acometer la reconstrucción de la vieja ciudad de Susa, la cual hacía más de cien años que había sido destruida por el rey asirio Asurbanipal. Y no solo eso sino que decidió que Susa pasase a ser la capital administrativa y política del imperio persa, relegando a otras urbes de gran importancia como Pasargada, Ecbatana y sobre todo la ya mítica Persépolis.

Y al darle semejante rango a la ciudad, decidió construirse un magnífico palacio en la acrópolis de Susa. Una construcción que debió ser impresionante, pero de la que tan apenas han llegado restos hasta nuestros días. Y de todo lo que ha resistido el paso del tiempo, sin duda lo más valioso son los relieves sobre ladrillos esmaltados que hubo en sus muros.

En muchos de estos relieves se plantea el culto al monarca que guiaba toda la vida del imperio. Un buen ejemplo son las dos esfinges aladas que vemos en la foto superior. Unas esfinges con una larguísima tradición iconográfica en todas las culturas antiguas, desde los babilonios hasta los griegos, pasando por los egipcios, cuya civilización nos ha dejado la Esfinge más famosa de todas en la explanada de Gizeh, muy cerca de las espléndidas Pirámides.

Y aquí se vuelven a repetir los rasgos de este animal fantástico como el cuerpo de león y las alas de águila, rasgos de fuerza y poder. A lo cual hay que sumar el rostro humano, que en este caso es el del propio emperador que lleva su particular tocado real sobre la cabeza. Y además sobre su doble figura, también se ve un disco solar alado, símbolo inequívoco de realeza y divinidad.

Guardía imperial de Darío I

No obstante como decimos esta no es la única representación en los bajorrelieves que plasman el culto al monarca. Otro paramento que nos lo muestra es que representa la guardia imperial. Sabemos por la historia que Darío antes de ser proclamado “rey de reyes”, era oficial de los Inmortales. Es decir era el jefe de un cuerpo militar compuesto por unos 10.000 soldados, que estaban entre lo mejor de lo mejor del ejército persa. Un cuerpo armado al que el emperador quiso homenajear con esta representación, en la que podemos ver el armamento de la época a base de lanzas y arcos. Unos soldados que aquí nos los presentan no con la ropa de combate, sino ataviados con una lujosa y larga túnica, dando a entender que el emperador procuraba que se enriquecieran con sus conquistas.