Escultura de Anubis
Esta figura representa a uno de los dioses del Antiguo Egipto: Anubis, dios de la muerte y del inframundo. Así que es muy importante conocer a esta divinidad, si tenemos en cuenta que gran parte del arte del Egipto de los faraones que ha llegado hasta nuestros días tiene que ver con sus ritos funerarios, desde las famosas Pirámides de Giza hasta las ilustraciones del Libro de los Muertos.
En este caso, vemos a Anubis en su forma completamente animal, y en una postura yacente. Se le representa con la forma del chacal y en una actitud vigilante. Y es que esta escultura se encontró en la más rica de todas las tumbas faraónicas halladas. La de Tutamkamon, donde se encontró su sarcófago con su cuerpo momificado, su máscara, su trono y un sinfín de tesoros. Y todos ellos estaban vigilados por Anubis, ya que esta estatua se encontró precisamente a la entrada de la cámara sagrada.
La obra en sí es otro tesoro artístico. La figura se talló en madera, pero todo su cuerpo se cubrió con una capa de resina negra extraordinariamente bien pulida. Y además se fueron incorporando partes de plata, de oro o de piedras preciosas como la obsidiana para darle detalles en las uñas, las cejas o los ojos.
Anubis en este caso está colocado sobre un gran arca, en la cual se guardaban los llamados vasos canopos. Unos recipientes cerámicos destinados a colocar los órganos del faraón que se extraían de su cuerpo antes de transformarlo en una momia. Lo cierto es que todo el ritual de la momificación egipcia estaba dictado por Anubis. A él se le ofrecían ciertas partes de los difuntos, igual que se creía que cuando fue asesinado Osiris, los sacerdotes que realizaron su momia le dieron sus órganos como regalo a Anubis, algo que como a los chacales de verdad le encantaba.
No obstante, con el peculiar juego de inversos que domina la religión del Antiguo Egipto, lo cierto es que los chacales se dedican a escarbar y desenterrar las tumbas para comerse la carne de los cadáveres. Mientras que el dios chacal se convirtió en el guardián de los muertos y en el gran maestro de la momificación.
Así que en muchas tumbas, bien fuera en forma de escultura o de pintura estaría la representación de Anubis protegiendo al difunto. Y estaría tanto en su forma más canina y animal, como en su presentación humana, con cuerpo de hombre y cabeza de chacal. Pero eso sí, siempre de negro. Sin embargo, con el paso de los milenios parece evidente que no fue muy capaz de proteger esas tumbas, ya que casi todas las que han hallado los arqueólogos han sido expoliadas antes por los buscadores de tesoros. Salvo la Tumba de Tutankamón que tantos tesoros y tantos conocimientos nos ha aportado sobre las creencias de aquella civilización perdida.