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Estatua de Kafka en Praga

Publicado por A. Cerra

Estatua de Kafka

Durante mucho tiempo, las dimensiones literarias de Franz Kafka fueron criticadas y hasta rechazadas en su propio país: Chequia, y hasta en su ciudad natal, Praga. Y el motivo era que sus cuentos y grandes obras, con La Metamorfosis a la cabeza, estaban escritas en alemán y no en checo.

Sin embargo, esa tendencia comenzó a cambiar a finales del pasado siglo XX. Fue entonces cuando sus propios compatriotas de la República Checa decidieron reivindicar su figura, para lo cual recuperaron algunos de los diversos lugares en los que vivió, y también se decidió crear un memorial en el barrio judío donde nació. Se convocó un concurso para ello, y el vencedor fue el artista checo Jaroslav Rona, que diseñó en 2003 esta estatua tan singular.

La figura, realizada íntegramente en bronce, con casi 4 metros de altura y unos 800 kilos de peso, se inspira en un pasaje de uno de los cuentos de Kafka, concretamente en Descripción de una lucha, donde relata cómo un hombre se enfrenta al absurdo de su entorno:

«Y ahora -con un floreo, como si no fuera la primera vez- salté sobre los hombros de mi conocido, y clavando mis puños en su espalda lo empujé en un trote. Pero ya que se adelantó con cierta reticencia y a veces incluso se detuvo, le pateé varias veces en el vientre con mis botas, para hacerlo más vivo. Funcionó y llegamos lo suficientemente rápido en el interior de un vasto pero todavía sin terminar el paisaje”.

Y eso vemos. Una gran figura que es solo un traje, vacío, a cuyos hombre se encuentra la pequeña figura de un hombre, que no deja de ser el narrador, o sea, el propio Franz Kafka. Desde luego la interpretación más obvia es con el pasaje literario que hemos incorporado. Pero como ocurre con los propios relatos del autor checo, la imagen está abierta a diversas interpretaciones, lo cual la enriquece, y quizás fuera lo que más le gustaría al literato.

Por ejemplo, algunos hablan del alejamiento espiritual que vive el hombre, un tema tratado por el escritor. Mientras que otros lo vinculan con lo absurdo de muchos de sus pasajes. Lo que está claro es que es una escultura singular, y la primera de calado en la ciudad praguense, Luego han llegado otras efigies a uno de sus artistas más universales. Al igual que poco a poco está ciudad de destacada arquitectura medieval, renacentista y barroca ha ido incorporando un interesante repertorio de escultura contemporánea en sus calles y plazas.