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Fuente de los Inocentes de Pierre Lescot y Jean Goujon

Publicado por A. Cerra

Fuente de los Inocentes de Jean Goujon

El binomio del arquitecto Pierre Lescot (1510 – 1578) y el escultor Jean Goujon (c. 1510 – c. 1568) era perfecto y por eso trabajaron en varias ocasiones juntos. Entre otras cosas porque Lescot mantenía una estupenda relación con la monarquía francesa y de hecho a él se le encargó diseñar un nuevo palacio del Louvre en el siglo XVI que fuera la gran residencia real. Y por supuesta en aquella magna contó con la colaboración de Goujon para diversas decoraciones escultóricas.

También fue un trabajo relacionado con la realeza el que dio origen a su colaboración para la Fuente de los Inocentes. Se trataba de realizar una fuente conmemorativa de la llegada del rey Enrique II a París en el año 1549. Una especie de monumento triunfal de carácter permanente que se había de colocar en el rue Saint Denis, que por entonces era la principal vía de entrada al corazón de París para los viajeros que venían del norte, como iba a ser el caso del monarca que entraría por aquí ceremoniosamente después de su coronación en el Catedral de Reims.

La fuente tenía la forma de una especie de templete y se ornaba con los relieves de cinco ninfas realizadas con la habitual maestría de Goujon, cuyo arte demuestra sus profundos conocimientos del arte clásico, especialmente del griego, así como una innata capacidad para la sutileza y la viveza en las formas.

No obstante hay que decir que en la actualidad este monumento ya no está en su emplazamiento original. Y es que el punto elegido era junto al Cementerio de los Inocentes que durante siglos fue el más usado en París. Pero en el siglo XVIII se decidió clausurar y desmontar. Lo cual supuso que también esta fuente renacentista tuviera que quitarse de ahí.

Sin embargo, las autoridades decidieron salvarla y trasladarla a otro punto de la ciudad. Aunque para eso fue necesario encargar a un escultor dieciochesco la realización de tres relieves de ninfas más para recomponer el monumento en su nuevo emplazamiento. Tal encargo recayó en el artista Agustin Pajou, y ciertamente si comparamos su trabajo con el de Goujon rápidamente se descubre la diferente calidad entre el excelente creador renacentista y el poco talentoso artista barroco.

Eso no le resta mérito a la obra que hoy en día está colocada en la plaza Joachim du Bellay del barrio de Les Halles en París. Y ahí se guarda como monumento nacional y como la fuente monumental más antigua que se conserva en la capital francesa.