Arte
Inicio Escultura, Grecia Sátiro en reposo, Praxíteles

Sátiro en reposo, Praxíteles

Publicado por Laura Prieto Fernández

El sátiro en reposo que también se conoce con el nombre de sátiro anapauomenos era una escultura de bulto redondo que tradicionalmente se atribuye al escultor griego Praxíteles. La obra llegó a ser tan famosa y repetida que en la actualidad, se entiende no como una obra en sí misma sino como una tipología que engloba las diferentes copias y versiones que se esculpieron a partir de la primigenia obra de Praxíteles. De hecho, en la actualidad se han encontrado más de ciento cincuenta versiones las cuales toman como modelo el primer sátiro esculpido por Praxíteles.

0_Satiro_in_riposo_-_Musei_Capitolini_(1)

Praxíteles (400 a.C. – 350 a.C.) fue uno de los escultores más destacados de la escuela de Atenas, en su obra la estatuaria clásica avanzó hacia formas más manieristas dotando a sus esculturas de una gran sensualidad. En realidad, no son muchos los datos que se conocen acerca de su vida; el artista pudo formarse con Cefisótodo el Viejo y Plinio el Viejo narra que el máximo apogeo del artista se produciría después de la CIV Olimpiada, en torno a los año 370 y 340 a.C.

El sátiro era una figura mitológica que formaba parte del cortejo del dios Dionisos; mitad hombre mitad carnero se ha representado con cuernos y orejas puntiagudas a menudo confundiéndolo con el fauno que era mitad hombre mitad chivo. Como parte de la corte de Dionisos los sátiros suelen llevar una piel de pantera –símbolo del dios- y a menudo se han relacionado con la bebida y el goce carnal.

La estatua de Praxíteles no sigue el modelo tradicional de sátiro ya que es representado con cuerpo de hombre y sólo en las orejas apuntadas y la piel de pantera se adivina su identidad. El pequeño hombrecillo descansa apoyando su codo derecho sobre lo que parece ser el tronco de un árbol mientras que con la misma mano sostiene una flauta – parece ser que en esta ocasión la flauta no se encontraba en el original de Praxíteles y fue añadida en las versiones posteriores pero era común que los sátiros llevasen flauta para identificarlos con el dios Pan-. Su pelo ha sido muy trabajado utilizando la técnica del trépano y se recoge hacia atrás con unas especie de cinta.

Su cuerpo dibuja la tradicional curva praxiteliana con contrapposto; así, el peso del cuerpo descansa sobre el codo que apoya en el tronco mientras la pierna derecha queda completamente relajada y colocada hacia atrás. El brazo izquierdo por su parte se apoya en la cadera con un gesto bastante femenino y retira hacia atrás la piel de pantera que cruza su torso; la pierna izquierda más rígida actúa como punto de equilibrio y sostiene parte del peso.

Praxíteles fue un pionero en la representación de la figura humana en reposo, una postura que se aleja de las figuras heroicas y dinámicas que eran comunes en la escultura griega de la época. Esta innovación en la representación del cuerpo humano, junto con la sensualidad y el realismo de sus obras, contribuyó a la fama y la influencia de Praxíteles en la escultura griega y romana posterior.

El sátiro en reposo es una obra maestra de la escultura griega y un ejemplo perfecto del estilo de Praxíteles. La figura está tan relajada y natural que parece estar viva. La piel de pantera y la flauta son los únicos elementos que nos recuerdan que estamos ante un sátiro, un ser mitológico, y no ante un hombre común.

De las muchas versiones que en la actualidad se conservan imitando el modelo de Praxíteles quizás merezca especial atención la estatua ubicada en los Museo Vaticanos que dataría de en torno al año 130 d.C. y fue realizada en mármol de Luni o la copia del Museo del Prado de Madrid que debía provenir del taller de Bernini.

Además de estas, existen otras copias de gran interés, como la que se encuentra en el Museo del Louvre en París, que es una de las más antiguas y mejor conservadas. También es notable la versión del Museo de Arte de Cleveland, que se distingue por su excepcional calidad y detalle. Sin embargo, ninguna de estas copias puede igualar la belleza y la perfección del original de Praxíteles, que desafortunadamente se ha perdido en el tiempo.