Arte
Inicio Escultura, Renacimiento Tumba del Cardenal Brancacci de Donatello

Tumba del Cardenal Brancacci de Donatello

Publicado por A. Cerra

Tumba de Reinaldo Brancacci de Donatello

Esta obra escultórica ubicada en la iglesia de Sant’Angelo a Nilo de Nápoles es fruto de la intensa colaboración creativa que tuvieron el escultor Donatello y el arquitecto Michelozzo, uno de los grandes constructores del Renacimiento italiano gracias una obra tan emblemática como el Palacio Medici-Ricardi en Florencia.

Sin duda aquí estamos ante una obra escultórica colosal, ya que alcanza una altura cercana a los 12 metros. Un conjunto monumental a la altura del finado a quien ha de recordar, el cardenal Rainaldo Brancacci.

Fue una obra en la que pasaron dos años desde que recibieron el encargo hasta que finalmente se entregó. Y hay que tener en cuenta que toda ella se hizo en Pisa, en el taller de la Toscana que compartieron durante un tiempo estos dos creadores. Y desde ahí se trasladó pieza a pieza hasta Nápoles. Tal vez ahí el trabajo como constructor de Michelozzo cobrara más influencia, porque aunque era escultor, lo cierto es que la gran mano para labrar el conjunto ha de ser de Donatello, todo un maestro tanto del relieve como se ve en obras del estilo de Tabernáculo de la Anunciación como en el bulto redondo de hombres tan famosas como su Judith y Holofernes.

El caso es que esta enorme tumba tiene muestras de ambas disciplinas, de escultura exenta y de relieve. Todo ello realizado en mármol, además de que hay partes que están policromadas y doradas. Es decir, que se trata de una obra muy escénica, muy teatral. Incluso algo avanzada a su tiempo, lo cual al mismo tiempo convive con formas un tanto arcaizantes y heredadas del arte funerario gótico, en especial en lo referente a la parte más alta del monumento.

Además también se ha tenido en cuenta el gusto napolitano por los baldaquinos sobre un zócalo, que es la base para ubicar tres estatuas que hacen de cariátides para soportar el sarcófago que ha de albergar los restos del cardenal. Y por supuesto por ahí aparecen los escudos nobiliarios del personaje, así como diversos medallones y tondos con figuras bíblicas. También está la imagen del alto cargo eclesiástico, yacente sobre el sarcófago, y con ese espíritu teatral, se ven dos angelotes dispuestos a cerrar el cortinaje y dejar descansar a Brancacci.

Del conjunto, para muchos críticos la gran joya es el relieve de la Asunción ocupando el centro del sarcófago, con una forma denominada stacciato o aplastado. Es decir, todo tiene un volumen mínimo, casi como incisiones, y pese a ello Donatello, que sin duda lo hizo él, supo darle un tremendo dinamismo a la escena.