Virgen del Panecillo
Esta enorme escultura ubicada en el entorno de la ciudad de Quito es la más grande de todo país. Y no solo eso, una de las más grandes de toda Latinoamérica, incluso más que el Cristo Redentor de Corcovado con la que tanto se le compara, tanto por sus dimensiones o por su ubicación para servir como telón de fondo de para la capital ecuatoriana y de Rio de Janeiro respectivamente, y también por su emplazamiento en la cúspide de una colina con forma muy achatada. Tanto que ese tipo de montes recuerdan a la forma del pan, de ahí que a la Virgen de Quito se la conozca popularmente como Virgen del Panecillo.
Como decimos, la escultura es enorme y alcanza una altura de 41 metros. 30 de ellos pertenecen la figura propiamente dicha, pero a eso hay que sumarle los 11 que forman su pedestal o base.
En su realización se invirtieron varios años desde principios de los años 70 del siglo XX hasta el 28 de marzo de 1975, fecha en que se inauguró. Y para concluirla se emplearon más de 7.000 piezas de varios tamaños diseñadas en aleación de platino, en aluminio y en otros materiales metálicos diversos. Todo un rompecabezas de piezas diseñadas como un gigantesco puzle que hubo de engarzar y ensamblar para darle la forma definitiva.
Se concibió como una imagen religiosa que se convirtiera en símbolo de todo un país, de ahí que en su base se distingan 18 columnas, cada una de ellas correspondiente a las 18 provincias que conformaban Ecuador en aquella época.
No es lo único interesante de la base de la estatua. Ese impresionante pedestal se culmina por un mirador que ofrece una singular panorámica sobre la capital del “centro del mundo”. Y a partir de ese punto que es accesible para el público, comienza la escultura metálica en sí, la cual tiene en su parte baja un gran globo terráqueo, el cual está amenazado por una serpiente. Una evidente iconografía vinculada con el Pecado Original que amenaza a los hombres.
Y el remedio contra ese pecado es la religión, representada en la figura de la Virgen María. En este caso representada a partir de su descripción en el Apocalipsis. Es decir, se trata de una mujer que tiene alas y va armada con una cadena para apresar a la serpiente del pecado. Además sobre su cabeza porta una corona en la que se identifican 12 estrellas, una por cada apóstol.
La iconografía de la Virgen del Panecillo no es nueva, en realidad se inspira en otra escultura anterior. Una obra del último arte hispano-barroco realizada en madera policromada y a un tamaño mucho menor por el artista local Bernardo Legarda en el siglo XVIII para la iglesia de San Francisco de la propia ciudad de Quito.