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Alegoría de la Gramática de Laurent de La Hyre

Publicado por A. Cerra

Alegoría de la Gramática de Laurent de La Hyre

Es muy posible que el pintor parisino Laurent de La Hyre (1606 – 1656) jamás viajara a Italia, sin embargo conocía muy bien las obras de otros artistas franceses que sí que se habían empapado del arte clásico como Nicolas Poussin o Simon Vouet. Es decir, su descubrimiento del Renacimiento italiano lo hace a partir del clasicismo del Barroco francés.

De hecho, se convirtió en el gran adalid en París de ese estilo clásico, refinado y contenido. Y una magnífica muestra de ese modo de trabajar es este óleo con una figura alegórica. Una figura que tiene más características propias de la escultura que de la pintura, dando una gran sensación de peso y hasta de monumentalidad.

Algo que logra mediante el protagonismo que le otorga a las líneas compositivas horizontales y verticales. Además de que usa de una manera muy uniforme tanto el color como la luz, lo cual le da reposo y quietud. Elementos que sin duda contrastan con los juegos dramáticos de luces y sombras o con las composiciones dinámicas que son emblemáticas de este siglo XVII tan barroco.

E idénticas características aplicó al resto de alegorías de las Artes Liberales que pintó en 1650 para decorar una estancia del palacio de Gédeón Tallemant. Un personaje de enorme poder en la época, ya que era uno de los consejeros predilectos del rey Luis XIII. No obstante, todo ese ciclo pictórico en la actualidad está desperdigado por diversas colecciones del mundo.

El conjunto son siete alegorías. Tres dedicadas a figuras literarias como la Gramática, la Retórica y la Dialéctica, mientras que las otras cuatro tienen un cariz matemático. Son la Aritmética, la Geometría, la Astronomía y la Música.

Tradicionalmente todas estas artes se representaban con figuras femeninas y por supuesto tienen sus símbolos característicos. Por ejemplo, la Gramática que vemos aquí se representa como una singular jardinera, una cultivadora en este caso cultural. Además de eso lleva una cinta sobre su mano izquierda que aclara su función. Ahí se puede leer en latín que “una palabra con sentido y sabiduría correctamente pronunciada”.

Y es que en la época, la gramática no se entendía como analizar las frases o saber conjugar bien los verbos. Se entendía que el arte de la gramática era saberse comunicar con claridad y con eficacia. Todo un arte, que necesitaba una especie de riego y de cultivo en las mentes jóvenes para que fructifique correctamente. Sin duda, una temática muy vinculada con conceptos surgidos en la Antigüedad, al igual que el modo de representarlo que tiene La Hyre, ya que es evidente que su pintura clasicista se ha inspirado en las formas de la arquitectura grecolatina y del arte del Renacimiento para su representación.