Cristo en la Cruz con la Virgen y tres santos de Uccello
Esta es una obra del artista italiano Paolo Uccello que se encuentra en la actualidad en el Museo Thyssen Bornemisza de Madrid. Un cuadro de pequeño tamaño que este pintor del Renacimiento realizó entre los años 1460 y 1465, y lo hizo sobre tabla y usando la técnica del temple.
Por las fechas, se puede valorar como una obra de madurez de Uccello, ya que aunque desconocemos la fecha exacta de su nacimiento, si que sabemos que falleció hacia el 1475 ó 1476. De hecho esa madurez de estilo se manifiesta en que si comparamos esta obra con otros anteriores, se puede apreciar cómo ha ido abandonando su interés por mostrar escenas dramáticas, como en su Batalla de San Romano. Ahora es un pintor al que le interesan menos plasmar las emociones intensas, y mucho más otros conceptos pictóricos muy propios del Quattrocento, como la perspectiva.
Y en este caso de esta obra en la que vemos a Cristo crucificado acompañado de su madre la Virgen María, además de san Juan Bautista, el Evangelista y San Francisco, un variedad de personajes que el aprovecha para centrar el ritmo de la obra en su actitudes y posturas. Son ellos los que generan la composición de la escena. Y es que son unas figuras de lo más variadas, las cuales llaman la atención gracias a su simetría, sus colores y sus protagonismo sobre un fondo casi neutro, como sería el paisaje tan árido que ha buscado el pintor.
Se piensa que esta tabla formaría parte de un retablo más amplio, y sería la predela central. Sin embargo, es una especulación basada en el tema y el tamaño del cuadro, ya que no hay más constancia de nada.
Lo cierto es que sobre Paolo Uccello todavía hay muchísimas incógnitas en su biografía, por eso para conocerlo hay que recurrir a contemplar sus obras y a otra fuente inestimable: la descripción que hace de él Giorgio Vasari en sus Vidas de artistas. Allí nos lo presenta como una persona con tendencia a la soledad y la timidez, sin embargo con un ingenio innato que sobre todo se dedicó a investigar cuestiones como la perspectiva. Sin duda, algo muy propio de los artistas de Quattrocento florentino, como es el caso de los estudios de Piero della Francesca. Y que en Uccello se manifiesta en obras de una perspectiva y composición tan cuidada como El milagro de la hostia profanada.