Exhibición del rinoceronte de Pietro Longhi
La exhibición del rinoceronte de Pietro Longhi
Por cuadros como este de la Exhibición del rinoceronte realizado hacia el año 1751 y expuesto actualmente en las salas de Ca’Rezzonico de Venecia, hay que considerar al pintor Pietro Longhi (1702 – 1785) como uno de los mejores representantes del arte rococó en la ciudad italiana de los canales.
Longhi desarrolló toda su carrera artística en su lugar de nacimiento, Venecia. Fue allí, donde su padre vio el potencial de su vástago y lo introdujo en el taller del pintor Antonio Balestra. Tras eso, el joven acabó yéndose por un tiempo a Bolonia. Era 1719 y pretendía proseguir sus años de formación junto a otro de los grandes exponentes del rococó en Italia, Giuseppe Maria Crespi, célebre por sus cuadros de temática costumbrista como La buscadora de pulgas.
Y sin duda, Crespi fue una profunda influencia para Longhi, quien acabó pintando todo tipo de cuadros, desde retratos hasta asuntos históricos o temas religiosos, pero de un modo especial se dedicó a pintar cuadros costumbristas de un formato pequeño. Hay múltiples ejemplos de ello como La dama y su toilette o el lienzo de La caza del pato en la laguna.
No obstante, Crespi no fue su único referente. También es muy importante el conocimiento de la pintura rococó de Antoine Watteau. Como él, también Longhi se dedicó a pintar escenas tanto privadas como públicas de la alta sociedad y la nobleza, en este caso de Venecia. Pero la grandeza de Longhi es que no es un mero cronista de los hechos, las fiestas o las costumbres. También transmite las sensaciones de la época.
Tiene un estilo muy peculiar y también mucho humor para plasmar escenas que irradian una atmósfera bastante melancólica, y es que Venecia a esas alturas del siglo XVIII era un lugar que parecía de otra época, un sitio que sabía que sus años de esplendor ya habían pasado y todo se vivía con cierta nostalgia.
Un ejemplo de esta atmósfera y estas sensaciones se pueden sentir en la tela de Exhibición del rinoceronte. Se trata de un hecho verídico, el momento en el que este animal llegó a Venecia y se expuso, lo mismo que se había hecho antes en otras ciudades de Europa.
En la parte derecha se pude leer un cartel en el Pietro Longhi define esta imagen como “un auténtico retrato del monstruosos animal”. Era todo un acontecimiento en la ciudad, ya que la inmensa mayoría de la gente, no había visto nada semejante. Pero aún así, las personas que vemos en el cuadro no parecen especialmente entusiasmadas ni sorprendidas. Algunos llevan las típicas máscaras de Carnaval, pero tampoco es un ambiente excesivamente festivo. Esas máscaras acentúan la idea de que todo tiene algo de falsedad. Longhi lo ha sabido plasmar y como contraste, el rinoceronte muestra la realidad desnuda, sin artificios.