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La esposa del viento de Kokoschka

Publicado por A. Cerra

La esposa del viento de Oskar Kokoschka

Se trata de un óleo pintado sobre un gran lienzo, realizado por Oskar Kokoschka en 1914, y que se conserva en el Museo de Arte de la ciudad suiza de Basilea.

A finales del siglo XIX y durante los primeros años del siglo XX, Oskar Kokoschka, Egon Schiele y Gustav Klimt, en su Austria natal y más concretamente en la capital, Viena, desarrollaron algunas de sus obras maestras que dieron lugar a las características del movimiento de la Sezession Vienesa, uno de los estilos pictóricos más valiosos y personales del Modernismo europeo.

Sin embargo, conforme fueron pasando los años, los intereses y el estilo de cada uno de estos tres autores se fue diversificando y diferenciando el uno de los otros, aunque los tres han pasado a los manuales de la Historia del Arte como los máximos representantes de aquel movimiento artístico, compartiendo sus obras siempre exposiciones en cualquier museo del mundo.

En el caso de Kokoschka tendió a acercarse a las características de otros pintores contemporáneos que representaban el movimiento del Expresionismo alemán, y esta obra de La esposa del viento, también conocida con otros títulos como El torbellino de los vientos o La novia del viento, ejemplifica a la perfección esa tendencia expresionista del pintor austriaco y está considerada como una de las obras cumbres de toda su producción pictórica.

Su pintura parece reflejar el modo como él entendía el mundo. Un mundo en el que personas y cosas viven en el tumulto, donde un torbellino compone y descompone la realidad. Y eso él lo traslada a los lienzos mezclando, casi de forma compulsiva colores y trazos, que en su agitación enfervorecida nos trasmite sensacione al espectador.

Para esta obra en concreto se inspiró en su propio momento personal. Por aquel entonces estaba concluyendo una apasionada relación con Alma Mahler, a la cual le dedicó varias obras incluso tras la ruptura sentimental.

De hecho, el propio Kokoschka describió esa relación como una lucha de amor que duró tres años. Y lo cierto es que el artista quedó bastante herido tras la separación de su amante, y llegó a enrolarse en las tropas de infantería en 1914, momento en el que iba a comenzar la I Guerra Mundial.

En el lienzo se nos presenta el momento en el que los dos amantes están en una fase de abandono físico y psíquico, abrazados el uno con el otro, prácticamente fusionados entre sí.

Nos lo plantea con una pincelada ondulada, todo en una espesa y densa trama de colores, donde dominan casi de forma absoluta los tonos azules, si bien también aparecen pinceladas violetas y rosas que parecen envolver el espacio central, ocupado por el abrazo de los amantes. Una imagen que con el paso del tiempo se ha convertido en muchas ocasiones en el icono del fracaso de una relación pasional, como la que disfrutaron y sufrieron los dos protagonistas: Oskar Kokoschka y Alma Mahler.