La misa de Saint Gilles
La misa de San Gil
Se desconoce el nombre del autor de esta tabla pintada con una técnica mixta de óleo y temple hacia el año 1500. Por eso se ha denominado Maestro de San Gil. Un artista que posiblemente sería originario de los Países Bajos, pero que también habría trabajado en París, conociendo así el arte francés. De hecho, esta obra se realizaría en París, ya que forma parte de un retablo más amplio del que se han catalogado otras tablas donde se identifican claramente edificios parisinos de la época como la Sainte Chapelle.
También el interior que vemos en esta tabla es perfectamente identificable. Sería el altar mayor de la abadía de Saint Denis, cerca de París, tal y como estaría en esa época. Y es que el pintor lo ha representado con todo lujo de detalles. Algo sin duda muy del gusto de la pintura flamenca.
Si bien, la tradición ubica los acontecimientos narrados en otros lugar y en otro tiempo, en el siglo VIII y en la ciudad de Orleans. Ya que la representación hace referencia a la Leyenda Dorada en la que se recopilan las vidas de varios santos. Ahí se cuenta que Carlos Martel, rey de los francos, había cometido cierto pecado que no se atrevía a confesar, y por eso pidió a Saint Gilles que rezara por él.
En el cuadro vemos a Carlos Martel arrodillado a la izquierda y al santo celebrando la misa, y justo en ese momento comienza a descender un ángel para colocar un papel sobre el altar en el que estaría escrito el pecado inconfesable del monarca, pero también el perdón otorgado gracias a la intermediación del santo. Eso sí, todo con la condición del arrepentimiento del rey.
Eso en cuanto a la escena narrada. Pero lo más interesante es la minuciosidad y la calidad detallista de la pintura. Por ejemplo se distingue claramente un retablo dorado y repleto de piedras preciosas que se sabe que fue un regalo del rey Carlos el Calvo en el siglo IX a la abadía. Una maravilla que perduraba en la misma en la abadía en el 1505, cuando se hizo un inventario, y que se sabe que permaneció allí hasta los años de la Revolución Francesa.
También se puede reconocer una cruz sobre el altar, la cual estaría hecha por San Eloy, obispo de Noyon en el siglo VII y por su oficio de orfebre patrón de los joyeros. E igualmente se identifica un relicario que había en la abadía de San Denis donde se guardaría un trozo de la madera de la Cruz de Cristo. En definitiva, que el cuadro es como una fotografía de arte litúrgico que había en ese templo a inicios del siglo XVI.