Las musas de Maurice Denis
Esta obra cuyo título completo es El bosque de las musas la realizó Maurice Denis en el año 1893 y en la actualidad se conserva en el Centro de Arte Contemporáneo Georges Pompidou de París.
Lo que el artista pretende presentarnos con este cuadro es una alegoría de las artes, y lo hace con la habitual paleta de colores cálidos que utilizaba el pintor durante esta etapa de su producción pictórica.
Se trata de un artista que formó parte del grupo de los pintores nabis, con Sérusier, Emile Bernard, Pierre Bonnard o Edouard Vuillard. Todos ellos lo que pretendían era crear obras que fueran radicalmente distintas a lo que se había hecho con anterioridad. Incluso, Maurice Denis dio una nueva definición a la pintura, que en la época fue muy novedosa.
Hasta entonces la pintura era un arte que representaba en dos dimensiones objetos o seres no imaginarios, es decir, que tenían claros vínculos con la realidad. Pero él, en el año 1890 dijo que la pintura en realidad se trata de un conjunto de colores dispuestos en una superficie con un orden determinado.
Esto fue toda una declaración de intenciones muy revolucionaria en su momento. Y aunque en la actualidad sepamos hacia donde evolucionó la pintura durante el siglo XX con movimientos como la pintura abstracta, el neoplasticismo o el informalismo. Sin duda, a finales del siglo XIX esa definición era terriblemente novedosa.
Porque lo que hace Denis con esa definición es hablar de la pintura en sí misma, sin atender a su argumento o a su historia. Lo cual planteaba al mismo tiempo el problema del Arte en sí, y rompe con el concepto tradicional del Arte, mantenido durante siglos.
Es decir, mientras que los movimientos postimpresionistas estaban rompiendo con elementos históricos como la representación renacentista, el movimiento nabi está rompiendo con el juicio de calidad tradicional (es decir, según se parecía lo representado a la realidad o no), y esto conllevaba la ruptura con el concepto que subyace en la pintura de los siglos anteriores: la Belleza Inmutable.
No obstante, hay que decir que Maurice Denis en la práctica nunca se alejó en exceso de la pintura con argumento, y es que fue el artista nabi más cercano a otros movimientos contemporáneos como el Simbolismo, por ello pintó en numerosas ocasiones pinturas de temática religiosa o mitológica, si bien reformándolas y renovándolas con su típico estilo de formas tabicadas de la técnica nabi. Unas formas en las que se marcan las líneas de los contornos que encierran colores planos sin búsqueda alguna de la profundidad.
En definitiva, Maurice Denis fue todo un personaje dentro del grupo de los nabis, que en la práctica era una especie de sociedad secreta artística con su propio misticismo y que incluso contaban con su propio “templo”, situado en un piso en el barrio parisino de Montparnasse al que sólo acudían unos cuantos elegidos que se reunían mensualmente para celebrar una cena. Para entender que se trataba de un movimiento que aunaba arte, religiosidad y filosofía, basta saber que el nombre de nabis viene a significar “los profetas” y semejante denominación se la aplicó un crítico de la época.