Mickey Mouse en el frente de John Keane
A veces se puede llegar a pensar que en el arte, y más aún en el arte actual, todo es banalidad, estética y espectáculo. Sin embargo, como siempre ha ocurrido, también hay artistas muy comprometidos con su tiempo, y no dudan en usar sus creaciones como medio de denuncia o de divulgación para ciertas situaciones injustas o dramáticas que hay en el mundo. Aquí ya hemos visto ejemplos, como la gran imagen de Kikito de JR que hay junto al largo muro que plasma la frontera entre Estados Unidos y México.
Así que hoy os queremos hablar del pintor inglés John Keane (1954 – ) quien ya lleva varias décadas denunciando muchos de los conflictos bélicos del mundo. De hecho en muchas ocasiones se la ha denominado un artista de guerra, en paralelismo a los fotógrafos de guerra que se desplazan allá donde haya combates.
Algo que empezó en 1991, cuando Keane recibió un encargo muy especial del Museo Imperial de la Guerra en Londres. El encargo consistía en retratar bajo un punto de vista británico la conocida como Primera Guerra del Golfo entre Estados Unidos e Irak, una corta guerra conocida por los norteamericanos como Tormenta del desierto.
Fue en aquella ocasión en la que Keane realizó la serie Gulf, a la cual pertenece esta obra de Mickey Mouse en el frente. La serie está llena de humor negro y muy ácido, todo ello a base de formas figurativas que por momentos se convierten en terroríficas y abstractas.
Sin duda este cuadro del famoso ratón de Disney en una playa de Kuwait, a orillas del Golfo Pérsico plasma todo el desgarro de la situación. Vemos al personaje de dibujos animados junto a una palmera bombardeada y al lado de un carro de supermercado lleno de cohetes. Por la playa se ven excrementos, la bandera kuwaití por los suelos y al fondo el frente marítimo como los hoteles de lujo.
Una imagen de lo más dura y sin duda muy crítica. Es cierto que Keane antes de entonces ya había demostrado ser un artista muy de su tiempo, sobre todo realizando retratos a personajes claves de conflictos como el terrorismo de Irlanda del Norte. Pero sería tras el encargo de la Guerra del Golfo cuando se acentuó su pasión por estas temáticas.
A partir de entonces ha viajado a lugares conflictivos de Centroamérica, Oriente Medio o Ruanda, además de colaborar con distintas ONG. Y siempre nos ha dejado imágenes de una enorme potencia visual, en la que tras el choque estético nos invita a la reflexión sobre lo bestia que puede llegar a ser el ser humano, y la hipocresía en la que envolvemos todas esas tragedias.