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Panorama de Jerusalén y la Crucifixión en Altötting (Alemania)

Publicado por A. Cerra

Vista parcial del Panorama de Altötting

Las obras de arte que representan la Crucifixión de Cristo son numerosísimas. De todas las disciplinas artísticas, de todas la épocas y de todos los estilos. Podríamos nombre infinidad de ejemplos, pero pondremos desde arte más clasicista como el cuadro de Tintoretto hasta otras mucho más modernas como la Crucifixión de Rouault. Sin embargo, pocas obras son de unas dimensiones semejantes a la que podemos ver en el Panorama de Jerusalén y la Crucifixión de Altötting, en Alemania. De hecho, esta pintura circular junto con otras semejantes en el monasterio suizo de Einselden y en la Basílica de Santa Ana de Beaupre en Quebec, las podemos considerar las más grandes en su género.

El Panorama de Altötting es un gran lienzo de 12 metros de altura y que forma una circunferencia de 95 metros de largo. Es decir son unos 1200 metros cuadrados de superficie pintada, para la cual se construyó todo un edificio circular que lo alojara. Un edificio concebido en 1902 única y exclusivamente para poder exponer este cuadro, e incluso la entrada de luz natural se tuvo en cuenta para que reforzara las imágenes pintadas.

Obviamente semejante tamaño no puede ser obra de un único artista. De hecho fue todo un equipo dirigido por Gebhard Fugel (1863 – 1939) el que trabajó aquí. Un equipo que incluía pintores, pero también arquitectos, escultores, escenógrafos y expertos en historia o arqueología para representar con criterio la ciudad de Jerusalén según debía ser en el siglo I de nuestra Era.

Escena de la Crucifixión de Altötting

En realidad, Fugel reconocido como pintor de escenas históricas fundó una especie de empresa en la que se agrupó con el paisajista Josef Krieger y el arquitecto Georg Völkl para hacer este tipo de pinturas panorámicas, con su construcción incluida, en diversos lugares de Europa. Una forma de arte que tuvo una gran vigencia en esa época, y que se presentaba casi como una forma de espectáculo en aquel entonces. Eran realmente populares en toda Europa y también en Estados Unidos desde finales del siglo XIX y a comienzos del XX.

Sin embargo, por su coste y por la aparición de nuevas formas de divulgación y de ocio fueron cayendo en desuso. Además por su propia naturaleza de tela pintada y edificios efímeros de madera, también sufrieron muchos daños y desaparecieron. Sin embargo, hasta nuestros días han llegado unas pocas decenas de cuadros panorámicos de diversas temáticas. Aquellos de corte paisajista como el de Mesdag en los Países Bajos, o de temática histórica como el de la Batalla de Raclawice en Polonia, y por supuesto los de asuntos religiosos, como este de Altötting en Alemania.