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Pesca nocturna en Antibes de Picasso

Publicado por A. Cerra
Pesca nocturna en Antibes

Pesca nocturna en Antibes

Este enorme lienzo (205 x 345 cm) pintado al óleo lo realizó el pintor español Pablo Picasso en el año 1939 durante su estancia en el pueblecito marítimo del sur de Francia de Antibes, en la Costa Azul. En la actualidad la obra se expone en Museum of Modern Art (MOMA) de Nueva York.

En aquel verano de 1939, Picasso se instaló en Antibes ocupando el apartamento que previamente había sido la residencia de uno de los máximos representantes del arte surrealista y del movimiento dadaísta: el pintor y fotógrafo Man Ray. En una de las habitaciones de esa casa decidió cubrir tres de sus paredes con tres enormes lienzos, de los cuales uno de ellos era éste de Pesca nocturna en Antibes, que fue pintado sin bocetos previos.

La inspiración la tomaba durante sus paseos al atardecer por Antibes. Unos paseos en los que iba acompañado por su pareja femenina de aquel momento: la fotógrafa Dora Maar. De hecho esta mujer aparece retratada en el lienzo, concretamente en la parte derecha contemplando la escena mientras sujeta su bici y se come un cucurucho doble de helado. A su lado aparece otra mujer, y se trata de otra pintora de las vanguardias del momento: Jacqueline Lomba.

Lo que están mirando ambas mujeres desde el dique del puerto es la barca de uno de los pescadores de Antibes, los cuales faenan en las proximidades del puerto atrayendo a los peces encendiendo una lámpara sobre la barca.

Nos presenta una escena en un ambiente plácido, a lo que también ayuda la fantasía de la representación y los colores vivos que emplea, y detalles simpáticos como las mariposas que revolotean atraídas por la luz de la lámpara, o el cangrejo que nos mira, o el detalle del cucurucho, etc. Diferentes notas que hacen que contemplar la obra sea un acto muy entretenido, intentando desentrañar los detalles y curiosidades entre tanta forma cubista.

Sin embargo, en realidad el verdadero protagonismo recae en el pescador, que no está haciendo otra cosa que trabajar y buscarse el sustento. Por ello hay investigadores de la obra de Picasso que han buscado e interpretado otros mensajes menos alegres. Entre ellos hay quién piensa que se trata de una obra un tanto lúgubre y un poco oscura que vendría a ser una reacción triste de Picasso hacia el hecho de que por esas fechas se había acabado la Guerra Civil en España, un episodio que Picasso había seguido intensamente desde su exilio en Francia, donde se había declarado partidario del bando republicano, a la postre los perdedores frente a las tropas dirigidas por el futuro dictador, Francisco Franco.

Si bien, lo cierto del caso es que durante su estancia en Antibes creó uno de sus grandes lienzos que se han convertido en emblema de su personalísimo arte y del estilo cubista en general. Y no sería éste el único momento en el que vivió en Antibes, porque años después, en 1946, el pintor malagueño volvería a este pueblecillo costero, aunque en esta ocasión a pintar en el interior del Castillo medieval de los Grimaldi.