Retrato de Constantijn de Huygens y su secretario de Thomas de Keyser

Retrato de Constantijn de Huygens y su secretario de Thomas de Keyser
Thomas de Keyser (1596/97 – 1667) no ha pasado a la Historia del Arte como uno de los más grandes artistas del Siglo de Oro holandés. Sin embargo, en su tiempo fue un pintor muy cotizado especialmente en el campo del retrato, del cual se convirtió en un gran especialista como podemos ver en este óleo que realizó en 1627 donde retrata a Constantijn de Huygens y su secretario. Un lienzo que en la actualidad guarda la National Gallery de Londres en su sección de pintura del Barroco.
El catálogo de la National Gallery registra la pintura como “Constantijn Huygens and his Clerk”, datada en 1627. Ese clerk, es decir, el secretario, permanece sin identificación en la documentación conservada. Conviene armonizar el título en castellano con la denominación museística vigente.
De hecho alternó los grandes retratos de grupo con otros en un formato más pequeño con la imagen de cuerpo entero de importantes personajes de la sociedad de Ámsterdam del momento. Unos cuadros en los que sabía combinar a las mil maravillas un ambiente más íntimo y personal con un tono que recordaba al de los retratos más protocolarios que encargaban los poderosos gobernantes para su representación política y de aparato.
Hijo del arquitecto y escultor Hendrick de Keyser, Thomas de Keyser se formó en el entorno del taller familiar. Fue el retratista más solicitado de Ámsterdam en los años 1620 y comienzos de 1630, antes del auge de Rembrandt. Después compaginó pintura y comercio de piedra, con funciones municipales, lo que redujo su producción.
En este caso el retratado era un noble más interesado en asuntos intelectuales que económicos y políticos. Constantijn de Huygens había desarrollado su labor diplomática para el príncipe Frederik Hendrick de Orange en importantes embajadas como las de Venecia y Londres. Y de alguna forma fue el primer valedor de un jovencísimo Rembrandt, ya que entre sus funciones estaba la de ser el asesor artístico y cultural para la Casa de Orange que gobernaba en los Países Bajos.
Constantijn de Huygens fue también poeta y compositor, hábil laudista, y secretario de Frederik Hendrik y de Guillermo II. Fue padre del científico Christiaan Huygens, figura señera de la ciencia europea. Entre 1629 y 1631 apoyó a los jóvenes Rembrandt y Jan Lievens en La Haya, promoviendo encargos cortesanos.
Esa actitud de interés por la creación la plasma Keyser en su retrato. Se le ve estudiando unos planos arquitectónicos, quizás los de la elegante casa en La Haya que se hizo construir. También se ven libros, dos globos (uno terráqueo y otro celeste) y un laúd. Además de que aparecen representados sus símbolos heráldicos en diversos elementos como el tapiz.
El laúd no es accesorio, remite a la práctica musical documentada de Huygens. Los globos, terráqueo y celeste, aluden a intereses eruditos y científicos propios de un cortesano. Los emblemas heráldicos refuerzan la jerarquía del retrato y la autoridad del modelo sobre los instrumentos del saber.
Igualmente es signo de aristocracia que él recibe a su secretario sentado y con el sombrero puesto, mientras que su subalterno se inclina ante su persona y se descubre la cabeza. El protagonista evidente es Huygens que ocupa el centro de la imagen y está de frente al espectador, al contrario que su secretario que entra por un lateral de perfil como para no molestar. Todo está destinado a dar protagonismo al marqués, desde la geometría del entarimado en el suelo hasta las líneas de fuga del tapete. Además del juego de miradas o la relación de las manchas blancas: los planos sobre la mesa a un lado, el cuello del secretario al otro y en el centro la gola que luce en el cuello Constantijn de Huygens, la cual actúa casi como un pedestal para llamar la atención sobre el rostro del personaje.