Retrato de un hombre de Holbein el Viejo
Este retrato en realidad son dos, ya que en el mismo Museo Thyssen Bornemisza de Madrid donde se conserva, también se guarda su pareja, que es el retrato de la esposa del protagonista.
Ambas obras las pintó el artista alemán Hans Holbein, el primero de una serie de pintores de la misma familia, ya que sus hijos Ambrosius y Hans Holbein el Joven también se dedicaron al arte, de ahí el apodo con el que ha pasado a la historia de Holbein “el Viejo”.
Se trata de dos efigies de pequeño tamaño y en las que representa a los retratados de riguroso perfil. Fueron cuadros que pintó entre los años 1518 y 1520, es decir, en sus últimos años de vida, ya que Hans Holbein “el Viejo” nació en la ciudad germana de Augsburgo en 1460 y murió en la región de Alsacia, concretamente en la población de Issenheim en 1524.
Antes de esto, él junto a su hermano Sigmund, habían pintado muchas obras de temática religiosa y características estilísticas básicamente góticas. Si bien el desarrollo del arte de Hans le llevó a una evolución que le acercó mucho a las formas renacentistas, y buena prueba de ellos es este Retrato de un hombre.
Y aunque es indudable la valía artística de este pintor y su importante aportación para la historia del arte alemán, lo cierto es que fue un personaje que no tuvo excesivo éxito profesional a lo largo de su vida, algo que hizo que viajara mucho, buscando trabajo allá donde lo hubiera y que finalmente muriera siendo pobre.
No obstante, su pintura intentó estar acorde a los nuevos tiempos que se estaban desarrollando por aquel entonces. De hecho, esta pareja de retratos los estudiosos consideran que tienen ciertas similitudes con los retratos de una pareja que hizo el pintor italiano Mainardi y que se conservan en el Museo de Berlín, por lo que tal vez, Holbein llegara ver esa obra o quizás hubiera conocido al artista. Y si no lo conoció, si que es muy posible que estableciera contacto con pintores que sabían de primera mano nociones del arte renacentista italiano.
Y es que a diferencia de su producción de temática religiosa donde se puede rastrear la influencia de la pintura del norte de Europa, especialmente del artista flamenco Rogier van der Weyden o del alemán Mathias Grünewald, en el caso de su producción de retratos se pueden apreciar rasgos renacentistas. Sobre todo visibles en su capacidad para plasmar la penetración psicológica que pretendía hacer de los retratados, y dejando de lado la típica idealización que se hacía en los retratos más propios del Medievo.
Si bien, a diferencia de su hijo Hans Holbein el Joven que hizo fantásticos retratos como el del rey Enrique VIII y que está considerado como un artista propiamente del Renacimiento. En el caso de El Viejo, sin duda hay que catalogarlo como un pintor de estilo gótico tardío.