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Tetis recibiendo las armas de Aquiles de Rubens

Publicado por A. Cerra

Tetis recibiendo las armas de Aquiles de Rubens

En la amplísima producción pictórica de Rubens se encuentran todo tipo de temáticas. Hay retratos o hay cuadros de asunto religioso. Así como son famosas sus pinturas de tinte político y pedagógico como su famosa serie de La educación de María Medicis. Pero posiblemente donde el talento desbordante de este genio del arte barroco alcance toda su plenitud sea en los cuadros inspirados en temas mitológicos como su célebre Juicio de París o La formación de la Vía Láctea.

También el cuadro del que vamos a hablar hoy es de tema mitológico, aunque quizás sea menos conocido que cualquiera de las obras antes citadas. Se trata de un lienzo titulado Tetis recibiendo las armas de Aquiles. Un óleo que el pintor belga realizaría entre los años 1630 y 1635, y que hoy conserva el Museo de Bellas Artes de Pau en Francia.

La escena se basa en el relato que de la Guerra de Troya hace Homero en su poema épico de La Iliada. En concreto se centra en el pasaje en el que Tetis, que es la madre del famoso héroe Aquiles, le está pidiendo al dios del fuego y de la fragua, o sea a Vulcano, que le haga un escudo para que lo lleve su hijo en la batalla. En realidad, Rubens llegó a pintar toda una serie de cuadros relatando en imagen la historia homérica de Aquiles.

En este cuadro podemos identificar a Tetis por el llamativo paño rojo que luce a su alrededor. Si bien ella, como el resto de personajes van desnudos. Vulcano por su parte lleva una tela azul en la cintura. Y entre ambos, está Charis que también hace entrega del escudo. Y entre esas portentosas figuras se ve un niño, que evidentemente alude a Aquiles.

Todo eso es el primer planto y el centro, pero hay más detalles interesantes. Toda la escena parece quedar enmarcada por esas columnas con fuste humano, como las cariátides. Y de fondo el conjunto se divide en dos ámbitos. A la derecha, está el mundo del fuego, y se ve como una escena de la fragua de Vulcano de la que no dejan de salir armas. Mientras que a la izquierda hay un ambiente mucho más marino, y se ve como que emerge un tritón para agarrar el casco de guerra que porta un angelote.

Lo cierto es que hay infinidad de detalles que hacen las delicias de los conocedores de la mitología griega y del poema de Homero. Hay un águila, un pavo, frutas en la guirnalda superior de significados simbólicos, o un muestrario del instrumental y de las armas que se forjan en fuerza de fuego, yunques y mazos de herrero. Una obra que quizás no sea la más conocida ni la más valiosa de Rubens, pero que es una fabulosa muestra de su dominio del color, de su gusto por las composiciones abigarradas y su pasión por el movimiento y la narración. Todos los elementos de la mejor pintura barroca .