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Una belleza mirándose al espejo de Utamaro

Publicado por A. Cerra
Una belleza mirándose al espejo de Utamaro

Una belleza mirándose al espejo de Utamaro

El artista Kitagawa Utamaro, cuyo nombre natal era Kitagawa Nebsuyoshi (1753 – 1806), está considerado uno de los más grandes pintores de la historia del arte japonés. En concreto por sus imágenes pertenecientes a la escuela de Ukiyo-e, lo que traducido de la lengua nipona significa “pinturas del mundo flotante”.

Nacido en el mundo rural, pronto se fue a la capital imperial, Tokio, por entonces llamada Edo, y con el nombre de Toyoaki comenzó a realizar grabados e ilustraciones de mujeres, una temática que alternó con paisajes y también con la ilustración de libros, entre los que destaca los que hizo sobre un tema tan peculiar como los insectos.

Sin embargo ese tipo de trabajos de ilustración los abandonó, y prácticamente a partir de 1791 se dedicó exclusivamente a los retratos femeninos de la clase alta, y más tarde a mujeres de otro tipo de condición. Dentro de lo que se encuentra la obra que aquí presentamos: Una belleza mirándose al espejo. Una escena que combina el tema femenino con las escenas de carácter galante, e incluso eróticas, para lo que no dudaba en visitar los barrios de dudosa reputación de la capital imperial.

Esto le acarreó cierta polémica y también problemas, concretamente cuando pintó a la esposa y concubinas de uno de los gobernantes japoneses. De hecho, fue condenado a la cárcel en 1804, algo que le marcó de forma definitiva hasta su muerte un par de años más tarde, y por supuesto fue el final de su carrera artística.

Sin embargo, la calidad de sus obras es indudable, ya que se trata de retratos de enorme elegancia, en las que siempre trata de forma muy delicada a la mujer. Y técnicamente destaca por su habilidad a la hora de crear increíbles transparencias.

Sus creaciones en realidad plasman el prototipo de belleza oriental, que se puede definir siempre a partir del concepto de sutilidad. Ya en su época se le consideró un gran artista. Tanto que otros grandes talentos de su época, como el propio Hokusai, famoso por sus vistas del Monte Fuji, evitó tratar los mismos temas para que no se comparara la calidad del arte de ambos.

De alguna forma el éxito que alcanzó fue en detrimento de la calidad de sus últimos años de trabajo, cuando se decantó más por la cantidad que por la calidad. Sin embargo, es indudable la huella de su arte en la moda y en la pintura de entonces, e incluso en los tiempos actuales, ya que cada vez que se menciona como influencia el arte japonés, las estampas de Utamaro adquieren un protagonismo especial, tanto por la calidad de su arte y su refinamiento, todo ello logrado a base de simplicidad en las composiciones y en el número de colores empleados.