Marina de Gerhard Richter
Marina de Richter
En otras ocasiones ya hemos mencionado obras de Gerhard Richter en esta página. Por ejemplo hemos mencionado algunos de sus retratos o de sus composiciones basadas en obras de arte precedentes como La Anunciación de Tiziano. Y es que este autor alemán nacido en 1932, es uno de los creadores con más prestigio de la actualidad, y con una larga carrera artística en su haber.
De ella, hoy nos queremos centrar en algunos de sus obras de paisaje, y más concretamente en sus cuadros de paisajes marino, o sencillamente marinas. De las cuales os mostramos aquí un ejemplo que realizó en el año 1969.
Este tipo de cuadros, como tantas otras veces en la trayectoria de este artista, son un auténtica fusión de foto y pintura, de hecho, se conocen con el explicativo nombre de fotopinturas. Fusiona ambas disciplinas y sobre todo juega con ellas, hasta que al final no sabemos qué porcentaje hay de cada una de ellas en la imagen final. Puede usar una base pictórica, o una fotografía a la que le aplica color de manera muy diluida. Pero su proceso comienza incluso en el momento de tomar la foto, ya que no es raro que lo haga de un modo un tanto desenfocado, para que posteriormente todavía sea más difícil reconocer qué es parte del proceso mecánico y qué del manual.
Además no es extraño que haga su particular collage, ya que suele unir superficies de mar de un lugar y una foto, con cielos tomados en otro momento y en otro espacio.
En realidad, esta temática y este tipo de trabajo le fascinó durante años, ya que comenzó a hacer marinas en los años 60 del pasado siglo XX y la última de sus marinas está fechada en 1998. Y lo bueno es que le sirven diferentes tipos de ambientes marinos. Algunos tan sencillos que bien pueden ser las fotos que cualquiera hacemos durante nuestras vacaciones en un lugar con playa, como otras imágenes mucho más expresivas, con las que rememora el espíritu de los paisajes de otro pintor alemán, Caspar David Friedrich, máxima expresión del paisaje romántico capaz de expresar todas sus emociones con el modo de plasmar unos parajes u otros. Y aunque es cierto que Friedrich trabajó paisajes marinos como en este cuadro de Vista de un puerto, también es verdad que se centró mucho más habitualmente en imágenes de montañas, en las que no es rara la presencia de figuras humanas, cosa que sí que es extraña en las marinas de Richter.