Arco de Orange
En Francia, sobre todo en su parte sur de la costa mediterránea y la Provenza abundan los vestigios y edificios heredados de su pasado como colonias romanas. Se pueden ver por ejemplo en el Anfiteatro de Arles o en el templo que fue la Maison Carrée de Nîmes. Pero también en otros lugares de esta zona, como es el caso de Orange y su famoso arco de triunfo.
El arco de triunfo de alguna manera es la tipología más característica de la arquitectura romana y todo se basa en la presencia del arco de medio punto. Es cierto que no fueron los romanos quienes crearon este elemento arquitectónico, ni su desarrollo en forma de bóveda de cañón. Pero la verdad es que sí que fueron los romanos quienes lo convirtieron en todo un referente y experimentaron mucho con él. E incluso, cuando siglos más tarde las iglesias cristianas comenzaron a levantarse usando estos tipos de arcos y de bóvedas como elementos claves de su estilo, esas construcciones se llamaron románicas, en claro homenaje a sus antecesores de Roma.
Y es que los arcos de triunfo abundaron en la capital del imperio y de ellos nos han llegado unos cuantos como los de Septimio Severo, Tito o Constantino. Ya que como nos dice el nombre de estos arcos, se trata de construcciones conmemorativas de los grandes logros de los gobernantes, que querían que eso quedara muy claro para Roma y los romanos.
No obstante, también se levantaron arcos de triunfo alejados de la metrópoli. E incluso antes que los citados. Ese es el caso del Arco de Orange en Francia. Una obra que mandó edificar el el emperador Augusto entre los años 10 y 25 después de Cristo. Y en esta ocasión no se quería hacer conocedores a los ciudadanos de sus victorias militares, lo que pretendía era dejarlo claro a sus enemigos. Porque el Arco de Orange está levantado para rememorar las distintas victorias que desde tiempos de Julio César hasta los del propio Augusto se les había infringido a los pueblos galos. Si bien, posteriormente en tiempos del emperador Tiberio se incorporaron otros elementos que aluden a las triunfos sobre los pueblos germánicos.
Se ubicó en la Via Agripa, la cual cruza de modo perpendicular con sus tres arcos, siendo mayor el central. Toda la estructura alcanza una altura cercana a los 20 metros, casi igual que su anchura. De manera que parece un gran cuadrado en el camino. Y para que se mantenga en pie, todo ello tiene una profundidad de más de 8 metros. Es decir, no es un simple decorado o telón de fondo, ya que se trata de una obra importante levantada a partir de grandes bloques de piedra caliza.
Y por supuesto esas piedras son el soporte de diferentes relieves que plasman todas la campañas militares victoriosas en tierras galas, lo cual era el objeto último de semejante construcción.