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Caballo blanco de Uffington

Publicado por A. Cerra

Caballo blanco de Uffington

No cabe duda de que los geoglifos más famosos del mundo se encuentran en Sudamérica. De todos ellos destacan las figuras de Nazca, pero hay otras como las de Pintados de enorme interés. No obstante, este tipo de manifestaciones artísticas, tan grandes como enigmáticas, también se dan en otras partes del planeta. Por ejemplo en Gran Bretaña, donde hay diversos geoglifos, pero uno es el más antiguo y sugerente de todos. Es el Caballo Blanco de Uffington.

Se trata de una gran figura de 110 metros de largo hecha a partir de la excavación del terreno hasta llegar a la capa de roca creta o tiza blanca. Una piedra que destaca rodeada del verde brillante de la hierba de la White Horse Hill donde se encuentra, en el condado inglés de Oxfordshire.

Ya hay referencias durante la Edad Media a esta enorme silueta de un caballo y los estudiosos, gracias a la técnica de la datación óptica, consideran que se trata de una figura que se pudo hacer más o menos 3.000 años, a caballo de la Edad del Hierro y del Bronce. En esa época también se construyó una especie de fuerte en las inmediaciones. Y de hecho hay monedas antiguas que tienen la figura de un caballo, de ahí que se le haya identificado al geoglifo con este animal.

No obstante, la representación tan estilizada y esquemática no lo confirma con total seguridad con un equino, y podría ser algún otro mamífero. E incluso hay una leyenda que cuenta que sería un dragón, el mismo que mataría San Jorge en Dragon Hill, un paraje que no dista demasiado del Caballo Blanco de Uffington.

Como suele ocurrir con este tipo de manifestaciones artísticas de la Prehistoria hay más enigmas que certezas. Porque no se puede asegurar a ciencia cierta para que hicieron una obra tan grande. Según algunos pudo ser la representación de un símbolo tribal vinculado con el mencionado fuerte. O para otros quizás sería una imagen informativa y hasta publicitarias, diciendo que en esa zona se vendían caballos, ya que no hay que olvidar que por las proximidades pasa The Ridgeway, el sendero más antiguo de Inglaterra y que ya se usaría en tiempos del Neolítico.

El caso es que el enorme caballo se ha mantenido con el paso de los siglos, y es que era tradicional que los habitantes de la zona fuera a repararlo cada cierto tiempo, eliminando hierba y reforzando el blanco de la tiza rocosa, ya que estas piedras cuando pasan mucho tiempo expuestas al sol acaban por oscurecerse.