Carro del Sol en Versalles
El sobrenombre del rey Luis XIV de Francia, fue el Rey Sol, ya que le encantaba que se le vinculara con el astro rey y también con el dios griego que lo personalizaba, Apolo. De hecho, incluso se llegó a representar con esa apariencia en algunos cuadros.
No obstante, el modo más grandilocuente que halló el monarca galo para relacionar su nombre con el de ese dios fue en el planteamiento de los jardines de su fastuoso Palacio de Versalles. Unos jardines que diseñó el arquitecto y paisajista André Le Nôtre, quien ordenó todo el conjunto a partir de un Gran Canal. Y junto en la cabecera de ese canal, hay un estanque, de donde surge la escultura del Carro del Sol.
Una obra hecha entre los años 1668 y 1671 por el escultor Jean Baptiste Tuby. Si bien es cierto que hay que decir que la labor de este artista se redujo sobre todo a trasladar a un material como el plomo los diseños que había hecho Charles Le Brun, activo pintor y decorador de muchas de las estancias del palacio versallesco.
Este binomio de Tuby y Le Brun realizaron muchas otras obras de palacio. Ya que Charles Le Brun actuaba no solo como pintor de cámara, sino que además era Valet de Chambre, es decir que era uno de los hombres de confianza del rey y contaba con él para cualquier diseño decorativo, así como por la preparación de fiestas o evento protocolarios. Y mientras Tuby, un escultor francés, aunque de origen italiano, era uno de los predilectos del rey. Además desde que Tuby llegó a Francia, entró a trabajar a las órdenes de Le Brun, sobre todo en la Real Fábrica de Manufactura de los Gibelinos, donde de hecho se fundió este enorme escultura antes de ser trasladada de forma definitiva a Versalles.
La escultura lleva por nombre el Carro del Sol, aunque también se la conoce sencillamente como Fuente de Apolo. Y es que el protagonista es el carro de Apolo que parece emerger de las aguas del estanque. No solo el carro y la divinidad, sino también los cuatro caballos. Mientras que parece que ha caído al agua Faetón, el cual viene a representar el mal gobierno, que en ese caso se cae del carro para quedar ninguneado por el gran Apolo, o sea, el Rey Sol presentado una vez más como el gobernante supremo.
El hecho es que más allá de su significado, sin duda alguna esta escultura expone a la perfección el concepto teatral de estos jardines barrocos, y se ha convertido en una de las imágenes más icónicas del conjunto monumental de Versalles. Además de que también ha sido motivo de inspiración para otros artistas posteriores como por ejemplo Bartholdi y su espectacular fuente en Lyon.