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Autorretrato de Samuel van Hoogstraten

Publicado por A. Cerra

Autorretrato de Samuel van Hoogstraten

Samuel Dirksz van Hoogstraten (1627 – 1678) fue un pintor muy interesante de la Edad de Oro de la pintura holandesa. Está claro que su calidad pictórica no alcanzó los niveles de los grandes genios de esta generación del Barroco como fueron Rembrandt, Vermeer o Frans Hals, pero el interés que despierta este otro artista, no solo es por su pintura, sino por el carácter multidisciplinar de sus creaciones. De alguna forma, supone una prolongación norteña y barroca del hombre del Renacimiento capaz de desarrollar su labor desde distintas perspectivas creativas.

Sus orígenes parecían predestinados a que se centrara en el pintura, ya que también su padre llamado Dirck van Hoogstraten era pintor y con él comenzó a dar sus primeras pinceladas. Aunque una vez que falleció su progenitor en 1642, Samuel dejó su ciudad natal de Dordrecht y se trasladó a Ámsterdam donde entró al taller de Rembrandt.

Desde luego esa influencia iba a ser definitiva en su arte, aunque el carácter inquieto de Samuel van Hoogstraten le llevaría a tener otros referentes a lo largo de su vida. Entre otras cosas porque trabajó los más variados temas y géneros. Y además fue un personaje que viajó mucho y pasó largas temporadas en Viena, Roma o Londres, donde fue enriqueciendo su visión del mundo del arte. La cual poco a poco se fue ampliando respecto a la pintura.

Por ejemplo realizó grabados o se involucró en el mundo de la acuñación de moneda. Al igual que le fascinó la realización de “linternas mágicas” o “peep show”. Unas pequeñas cajas cuyo interior pintaba tanto la tapa de arriba y de abajo, como tres de sus laterales. Dejando uno para que pudiera entrar la luz. Aunque no se miraba por ese lado, sino por dos pequeñas mirillas abiertas en los laterales cortos. De manera que cuando el espectador miraba por ahí veía el interior de una habitación en tres dimensiones, aplicando unos efectos de perspectiva que van Hoogstraten conocía a la perfección gracias a su estudio de autores como su admirado Leon Battista Alberti.

Además de eso, también se dedicó a la poesía y las obras literarias. Si bien su escrito más famoso seguramente sea su tratado sobre arte Introducción a la Academia de Pintura o el Mundo Visible, toda una joya respecto al estudio del arte en el siglo XVII. Se centra en lo que más conoce, es decir, la pintura en los Países Bajos y sus artistas, tanto antiguos como de su época. Y de esta forma va repasando desde técnicas hasta conceptos morales o filosóficos. Y por si fuera poco, cuando regresó a su ciudad de Dordrecht y abrió su propio taller de pintura, se convirtió en el maestro de varios alumnos, entre ellos Arnold Houbraken, quien años más tarde escribió la biografía de Samuel van Hoogstraten.