Bailarina de rojo de Van Dongen
Esta obra realizada sobre lienzo y pintada al óleo por el artista Kees Van Dongen (1877 -1968) en el año 1907, en la actualidad forma parte de la colección de pintura fauvista del museo ruso del Ermitage en San Petersburgo.
Van Dongen fue un pintor francés aunque de origen holandés, adscrito a la órbita de pintores fauvistas que encabezaba Matisse.
Él principalmente pinto numerosos cuadros ambientados en el barrio más bohemio de París, Montmartre, y allí retrató sus cafés y espectáculos, pero sobre todo a muchos personajes de la noche parisina, especialmente a las bailarinas, como ya había hecho antes el pintor impresionista Edgard Degas o el postimpresionista Toulouse Lautrec. Si bien, el propósito de Van Dongen era diferente, ya que él no buscaba captar los efectos de luz y movimiento, ni siquiera quería representar a personas concretas retratándolas, sino que lo que buscaba era representar tipos de personajes.
En concreto estaba fascinado con representar ciertos tipos de mujeres de la noche parisina. Por eso son abundantes sus cuadros no sólo sobre bailarinas, sino también de actrices, artistas de circo o prostitutas. Ejemplo de ello son tanto esta Bailarina de rojo, como otra de sus obras más aclamadas: Mujer con sombrero negro, también expuesta en el Ermitage. Con estas obras lo que quiere plasmar es la energía interior de estos personajes y un temperamento de heroínas en medio del ritmo ardiente de la noche, sus bailes y su sensualidad.
Para conseguirlo usó de forma atrevida el color, algo característico de la pintura fauvista. De hecho en esta obra el cromatismo se convierte en su principal medio expresivo, aplicando masas de color muy vivo a base de pinceladas amplias y sueltas, que son el vehículo no sólo para las formas y el dinamismo de la imagen, sino que también generan un torrente expresivo que envuelve al espectador. Y esa expresividad es muy importante en la obra de Kees Van Dongen, ya que en muchas ocasiones a su arte se le ha calificado de expresionista, otro de los movimientos de la vanguardia artística emergente en las dos primeras décadas del pasado siglo XX.
Al observar los retratos de mujeres que hizo Kees Van Dongen siempre se observan ciertas constantes, y entre ellas llaman especialmente sus ojos y sus labios. Los ojos casi siempre de una acusada forma almendrada y claramente maquillados con líneas negras. Al igual que suelen estar maquillados los labios, en este caso de un color rojo intenso y muy bien perfilados.
En cambio, en cuanto a los ropajes de estas mujeres van variando con el tiempo los tonos dominantes. Por ejemplo como nos informa el propio título de esta obra, Bailarina de rojo, aquí predomina ese color. Sin embargo, en los años inmediatamente posteriores, como en el cuadro de Mujer con sombrero negro, pintado en 1908, el dominio cae claramente sobre los tonos verdes y las manchas de negro.