Naranja, rojo y amarillo de Rothko
Este pintor nació en Letonia en 1903 y falleció en Estados Unidos en 1970, adonde había emigrado muy pronto, en 1910. A lo largo de toda su vida pintó infinidad de obras, algunas de ellas catalogadas entre las más grandes creaciones del arte de estilo expresionista abstracto. Éste es el caso de este lienzo que pintó en 1961 y que hace pocos años fue subastado alcanzado un valor de sesenta y seis millones de euros.
Se trata de un cuadro de enormes dimensiones (236 x 206 cm.) y en él vemos tres rectángulos y tres colores. Los colores que le dan título a la obra y que son tonos ardientes. Una obra que pintó en el cenit de su carrera y con ella quería poner de relieve su personal lenguaje pictórico para expresar emociones universales como el éxtasis o la tragedia. De hecho, él decía que cuando creaba una obra era una especie de experiencia religiosa que incluso le llevaba al llanto.
Generalmente concebía obras de este gran formato con las que pretendía involucrarse con el elemento humano. Buscaba un estado de intimidad, él creándola y el espectador contemplándola. Incluso pretendía envolver al espectador en esos grandes formatos. Los planteaba como dramas en los que el público había de participar de forma directa.
Sus contemporáneos como Willem de Kooning o Jackson Pollock desarrollaron el Expresionismo Abstracto a partir de su particular action painting. Sin embargo, Mark Rothko lo hizo a través de sus campos de color, como él mismo los llamaba. Se trata de sensaciones cromáticas con los que pretendía generar una luz interna en el cuadro, un efecto que él admiraba en pintores antiguos como el barroco Rembrandt o el romántico Turner.
De entre todos los colores, Rothko sentía pasión por el rojo y su cientos de tonalidades. El rojo tiene una relación dramática con el fuego, la sangre, o sea, es algo que lo vincula con rituales de vida y muerte. Y es que este pintor fue sobre todo un místico.
Incluso hay quién explica sus habituales rectángulos con una imagen que él contemplaría de niño en Dvinsk, su localidad natal. Estas teorías dicen que con ellas trataba de evocar las fosas abiertas en las que vio como los cosacos echaban los cadáveres de los judíos para sofocar sus levantamientos revolucionarios. No obstante, hay otros historiadores que niegan semejante explicación, y dudan que en esa zona llegara a haber ese tipo de matanzas masivas y que mucho menos lo contemplara Mark Rothko siendo un niño.
Pero en torno a la figura de Rothko también hay otra teoría para explicar el enorme éxito económico de su pintura. Y se ha llegado a decir, que el triunfo del Expresionismo Abstracto fue gracias al apoyo oculto que recibía de la CIA, porque la agencia central de inteligencia estadounidense en su constante guerra contra los soviéticos quería convertir este estilo artístico en el referente del pensamiento y el mercado libre que representa Estados Unidos, y así ganarle la guerra cultural a la antigua URSS, al mismo tiempo que discutir la hegemonía artística de la vieja Europa.