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Frescos de Villa Valmarana de Tiepolo

Publicado por A. Cerra

Rinaldo abandona a Armida de Tiepolo

Giambattista Tiepolo recibió el encargo de pintar diversos frescos en las estancias internas de Villa Valmarana en Vincenza. Y allí ciertamente realizó un importante trabajo decorativo, eso sí contando con la colaboración de su hermano Giandomenico y también de Mengozzi Colonna, el cual a mediados del siglo XVIII era uno de los más prestigiosos creadores de arquitecturas de fantasía.

De todo el conjunto, una de las escenas más valiosas es la que aquí os mostramos y que representa a Rinaldo abandonando a Armida.

El fresco realizado en 1757 es todo un prodigio de refinamiento, y todo ello se basa en el color usado por el pintor y en su capacidad para crear la iluminación, que lo mismo sirve para generar profundidad en la escena que para bañarla de una sensibilidad absoluta.

Por otro lado hay que alabar que a diferencia de otras obras murales suyas, tanto realizadas en iglesias venecianas, como en otros palacios aristocráticos, en este caso se nos muestra mucho más comedido en sus composiciones, de algún modo es menos rococó.

Y sin embargo el efecto decorativo es mayúsculo. La composición es sumamente sencilla, ya que se basa en una diagonal, que articula tanto la estructura de la escena, como los colores. Una diagonal que asciende desde la falda de Armida en la esquina inferior derecha, hasta la mirada de Rinaldo arriba a la izquierda. Y esa diagonal a su vez queda partida, como el mural por completo, por la presencia vertical del árbol en el centro.

Pero si la composición es bastante simple, hay otros elementos que son muy propios de la pintura del siglo XVIII. Uno de ellos es la teatralidad, que es evidente en los personajes, tanto en sus poses muy forzadas como en los marcados gestos de sus caras. Y los tonos cromáticos son propios de la época, ya que se trata de colores relucientes y siempre de un total nitidez y valor ornamental.

En fin, de todo el conjunto de frescos de Valmarana, este es uno de los más destacados, y ese encuentra en la estancia llamada Jerusalén liberada que está en el edificio principal de la villa, denominado Palazzina. De hecho, los frescos que hizo sobre todo Giambattista están en esta Palazzina, donde pintó hasta cinco habitaciones en la planta baja, así como algún otro fresco en estancias de una edificio anexo llamado Foresteria. Mientras que en otras pinturas murales del conjunto se ve más clara la mano de su hermano Giandomenico Tiepolo.