La Pera de Satie de Man Ray
Entre 1969 y 1973 el artista Man Ray (1890 – 1976) realizó varias versiones de esta obra La Pera de Satie. Una obra en la que como es habitual en su producción artística funde diferentes materiales y técnicas. De hecho, Man Ray está considerado como uno de los padres de los fotomontajes, ya que en sus cuadros solía incluir fotografías que él mismo hacía y a las que les añadía pintura y otro tipo de objetos tridimensionales.
Por ejemplo, en una de sus versiones de La Pera de Satie, la obra está compuesta por una pintura al óleo, una fotografía encajada en una caja de madera y una pera de plástico en volumen.
Este tipo de trabajos hay que entenderlos dentro del movimiento del Dadaísmo, donde artistas como Marcel Duchamp, Hans Arp, Francis Picabia, Marcel Janco o el propio Man Ray abandonan los pinceles y los materiales tradicionales para crear obras compuestas a partir del empleo de objetos varios, o trozos de madera, de hierro, telas o fragmentos de utensilios de lo más variado o recortes de papel y periódicos. Es lo que ellos denominaron ready made, en los que usando objetos comunes se les saca de su contexto y se les confiere la categoría de obras de arte. Uno de los ejemplos de estos ready made dadaístas nos lo da el propio Man Ray, quién en 1921 expuso una plancha de verdad a la que añadió catorce tachuelas sobre su superficie lisa, y titulo la obra como Regalo.
Man Ray ejerció tanto de pintor como de fotógrafo, de hecho es uno de los fotógrafos con mayor prestigio de toda la historia.
Con esta obra Man Ray está rindiendo homenaje a uno de los grandes músicos de comienzos del siglo XX, el francés Erik Satie, quién a los fragmentos de una de sus obras más famosas de 1911 las denominó peras, y además era un enamorado de este tipo de fruta.
Algo parecido sentía Ray hacia las peras, que las consideraba como el único fruto que tenía verdadera personalidad, porque no existían dos peras que tuvieran el mismo sabor, siempre son diferentes. Por eso esta imagen se puede interpretar como un curioso monumento a la individualidad. Para ello recorta la figura de la pera sobre un fondo de cielo, convirtiéndolo en una curiosa escultura, una estatua dentro de la pintura, que al mismo tiempo es una mezcla entre dibujo, color y fotografía.
Y la obra nos sirve para definir cual era el concepto artístico de Man Ray, para quién la pintura, al igual que la literatura u otras artes, sobre todo era la representación de una idea.