Nacimiento de Venus de Bouguereau
La corriente del Academismo neoclásico fue un estilo que sin duda alguna triunfó enormemente en Francia a comienzos del siglo XIX. Allí desarrollaron su labor pictórica los grandes maestros de este estilo como Jacques Louis David o Dominique Ingres, pero hubo otros muchos artistas académicos durante todo el siglo XIX que no alcanzaron el nivel de los anteriores. Incluso a algunos de ellos los podemos considerar como pintores retro, ya que mientras ellos seguían trabajando con las normas del arte más académico, otros creadores hacía tiempo que habían hecho evolucionar la pintura siguiendo otros derroteros más innovadores.
No obstante, hay algunas obras académicas de destacado valor artístico, independientemente de la fecha de su ejecución y de que su firma sea más o menos conocida. Ese es el caso del lienzo que aquí nos ocupa: el Nacimiento de Venus pintado en 1879 por William Adolphe Bouguereau, y que en la actualidad se conserva en el Museo de Orsay de París.
Ese año de 1879 por ejemplo, Paul Cezanne estaba pintado su famosa tela de las Tres bañistas, y por supuesto Monet hacía muchos años que se había inventado el Impresionismo. Y sin embargo Bouguereau está realizando este lienzo que en realidad es un enorme ensayo de pintura académica siguiendo todos los rasgos más esenciales de todo el clasicismo.
Desde luego al contemplar la obra se puede identificar todos los referentes que ha usado el pintor. Para empezar por el cuadro más famoso que existe con el tema del Nacimiento de Venus, el que pintó Sandro Botticelli en el Renacimiento florentino, porque está claro que la diosa sobre la concha recuerda ese cuadro.
Pero la figura de Venus y toda la construcción de la escena también tienen otra influencia del arte renacentista, y esa no es otra que El Triunfo de Galatea pintado por Rafael. Y es que Rafael Sanzio realmente fue el gran referente para todos los pintores académicos. Comparad ambas obras y es fácil ver como se ha inspirado en los personajes rafaelescos, en su posturas y en sus miradas para crear todo el feliz cortejo que acompaña el nacimiento marino de la diosa del amor.
No obstante, Bouguereau también conoce la pintura francesa del Neoclasicismo y sobre todo admira el arte de Ingres, algo que aquí manifiesta claramente en la postura, gesto y espíritu de la figura central, la cual nos recuerda al cuadro La fuente.
Lo cierto es que esta tela aunque se pueda decir que está fuera de su tiempo, también es innegable que está muy bien pintada. Posee un dibujo exquisito, basado en suaves líneas onduladas. Con ello es capaz de crear unos cuerpos de proporciones perfectas, siguiendo las normas más académicas. Si bien es cierto que sabe darle vida a las figuras, e incluso en el caso de Venus cargarla de insinuante erotismo.